Hay personajes que generan fascinación y pavor en igual medida. Probablemente todos hemos sucumbido a la seducción de alguna hipnótica, brillante y, sin embargo, temible criatura. Esa inevitable atracción por el mal, tan humana, es inherente a la figura del vampiro, un ser de otro mundo.
¿Pero cuál es el origen del tenebroso mito? Para encontrar respuestas debemos remontarnos muchos siglos atrás donde encontramos alusiones en ancestrales supersticiones árabes y griegas o en el folclore y leyendas populares de Centroeuropa. Una exposición en CaixaForum, que se puede visitar en Madrid hasta junio, y a partir de julio en Barcelona, ahonda en esa fascinación.
Del boca a boca saltó a los libros y en 1819 se publica El Vampiro de William Polidori. Décadas después en 1872 será el turno de Carmilla, un relato vampírico de amor lésbico, escrito por Joseph Sheridan Le Fanu y en 1897 vería la luz el Drácula de Bram Stoker, la obra definitiva del inquietante mito que, desde entonces, ha sido fuente de inspiración de numerosas películas.
Una longeva y fructífera historia de amor entre el celuloide y el que es, quizás, el personaje ficción más fascinante de la historia.
De Nosferatu a Edward Cullen
Esta extraña criatura había cobrado vida de la mano de Georges Méliès, allá por 1896, en un brevísimo corto de apenas tres minutos de duración titulado Le Manoir du Diable, que está considerada como la primera película de terror.
Años más tarde, en 1922, el director expresionista alemán F.W. Murnau llevó la pantalla al inolvidable Nosferatu. Seguro que no imaginó que más de un siglo después, el legendario personaje seguiría más vivo que nunca.
Producciones por doquier
Desde entonces son muchos los directores que han sucumbido a la tentación de alimentar esta ancestral figura que habita en el imaginario colectivo: Polanski, Coppola, Werner Herzog, Dreyer, Tourneur, Neil Jordan, Harry Kümel, Tim Burton...
Y muchos los actores que le han dado vida. Inolvidables: la siniestra sombra y las afiladas manos de Max Schreck en Nosferatu; la elegante silueta de Bela Lugosi caracterizado de conde Drácula, el papel que le dio fama mundial; el turbador Klaus Kinski en Nosferatu, el vampiro de la noche; el seductor Tom Cruise en Entrevista con el vampiro, el histriónico Gary Oldman que lo encarnó en 1992 o el hermoso Edward Cullen interpretado por Robert Pattinson.
Cambios
Le hemos visto evolucionar ante nuestros ojos a la vez que se transformaba el medio cinematográfico. Del blanco y negro al color. De película de culto a las de serie B, también lo hemos disfrutado por entregas en Buffy, cazavampiros, en fantásticas criaturas adolescentes en la saga Crepúsculo y como ciudadanos corrientes en la propuesta de True Blood.
Seductor, elegante, sexual, cómico, malvado, heroico, inteligente, terrorífico, poético, sádico o, incluso a veces, muy humano… estamos ante una "estrella” muy versátil. Como dice Mathieu Orléan, comisario de la exposición, el vampiro es un personaje que se metamorfosea y esto es genial para el cine”.
Una exposición multidisciplinar
Aunque su presencia y transformación en el cine es el leitmotiv de la exposición, ésta tiene carácter multidisciplinar. La muestra es fruto de la cooperación entre La Cinémathèque française y La Caixa y en ella se podrán ver más de 360 obras procedentes de 30 museos además de colecciones privadas.
Grabados de Francisco de Goya pertenecientes a las series de Los caprichos y Los desastres de la guerra. Las apocalípticas ilustraciones de Gustave Doré sobre El infierno de Dante. La cultura pop representada en The Kiss (Bela Lugosi) de Warhol. Unas premonitorias fotografías de James Dean dentro de un ataúd, tomadas siete meses antes de su muerte, la pictórica Bestia de Jean-Michel Basquiat, o dibujos de Tim Burton de la película Dark Shadows, por citar solo algunos de las numerosas piezas y objetos que se podrán ver en Madrid.
Sesenta películas
Carteles, libros, comics, vestuario de películas, fotografías, libros y manuscritos configuran este amplio recorrido que se completa con la proyección de más de sesenta películas y series. Además hay un variado programa que incluye actividades para los más pequeños, visitas comentadas y menú temático, conferencias y ciclos de cine.
Todo ello al servicio del eterno mito que renace una y otra vez.