"El catalán ya ha perdido la partida en los patios de los colegios. ¿La puede llegar a perder en todos sitios?" Con este mensaje alarmista la cadena pública catalana --que prescinde del castellano en sus producciones-- ha promocionado el documental del programa 30 Minuts que se emitirá este domingo en horario de máxima audiencia.
De acuerdo con la versión de TV3, la lengua catalana está en riesgo de desaparecer por la prominencia del castellano en aquellos ámbitos que escapan del control de las instituciones de la región. Ya sea la hora del recreo, donde los alumnos se expresan libremente como quieren, o en un bar para tomar un café.
"¿Cuánto tiempo le queda al catalán?"
Para ilustrar esta situación que, a juicio del vídeo promocional, ven como apocalítptica, recurren a la figura de una catalana de origen asiático en la que la mayoría de las personas se le dirigen "en lengua castellana". Esta situación la equiparan con los niños catalanohablantes que se pasan a hablar en castellano en los ratos libres de las escuelas o en cómo en "situaciones de conflicto" los que tienen el idioma autóctono como lengua materna son los que "cambian".
El espot termina con la pregunta abierta de "¿cuánto tiempo le queda al catalán?" Unas llamadas de alerta sobre la salud del idioma que, pese a que hace años que se repiten, nunca se ha demostrado que el catalán pase a estar peor. Todo lo contrario. Goza de muy buena salud.
Críticas en las redes
Son varios los internautas que han mostrado sus críticas por este mensaje alarmista llevado a cabe por la televisión pública.
Uno de los argumentos es no valorar la riqueza que aportan las lenguas y culturas diferentes. La cuenta de Arquèlog Glamurós hacía hincapié en que ese "peligro" que se observa hacia la lengua catalana es "tan absurdo" como pensar que el matrimonio entre personas del mismo sexo "poner en riesgo la familia heterosexual". "La diversidad nunca es un riesgo, sino una riqueza".
El idioma de los escolares a la hora del recreo siempre ha sido una preocupación para los nacionalistas, que periódicamente han tratado de convencer a los profesores para que empujaran a los niños a usar el catalán en el patio. La conselleria nunca ha dado el paso de poner las instrucciones por escrito: las instrucciones siempre han sido de palabra con el objetivo de evitar problemas en los tribunales.