Un perfume que encierra la esencia del lifestyle de los chiringuitos de Formentera, una cámara analógica sumergible, libros de Paloma Wool, bikinis de autor, mochilas de diseño mínimal, cerámica, gafas, joyas... Y varios DJ que se suceden a los mandos mientras el camarero, impoluto, elegante, prepara cócteles originales. Es el Soho House, el exclusivo club social para profesionales creativos, que el pasado fin de semana dio otro paso en su empeño por visibilizar el trabajo de los artistas barceloneses con miras al mundo entero.
Y lo hizo en un formato discreto, pero refinado, acorde con la personalidad del espacio: una selección íntima de Pop Ups de estudios locales de diversas disciplinas de la moda a disposición del público general, algo excepcional en este edificio de la plaza de Medinaceli. El evento, organizado por Mybarrio, una plataforma de promoción de diseñadores de la ciudad, coincidía con la Barcelona Design Week, que termina el 20 de junio, aunque se situó al margen del circuito oficial.
“Se trataba del décimo encuentro que organizaba la comunidad creativa de Mybarrio y queríamos hacer algo especial”, explica Hortense Giraud, el alma mater de una empresa que nació hace apenas tres años y que aglutina ya a casi 30.000 followers en Instagram. “Son seguidores naturales --subraya la fundadora--, lo que significa que no los hemos comprado, que conste”. Entre su abanico de iniciativas, destaca la realización de charlas, talleres y mercados por toda la ciudad.
¿Por qué este evento ha sido tan especial?
Ha sido una edición mucho más íntima y pequeña. "La diferencia con el resto de perfomances que he organizado hasta ahora es el espacio --apunta Giraud--. El Soho House Barcelona es un lugar muy único que normalmente no está abierto al público. Otra novedad ha sido que esta vez todo lo que se ha expuesto en los estands estaba relacionado con el verano”.
Giraud cuenta a Crónica Global que el público del Soho House es el “idílico” de Mybarrio. “Ellos --argumenta-- son una comunidad creativa muy grande con socios del mundo de la publicidad, la comunicación, la moda… que se reúnen en un espacio muy cuidado y de mucha calidad. Los artistas son elegantes, punteros, de buen gusto, y además el bar-restaurante es buenísimo y la ubicación, justo al lado del mar, perfecta”.
Hablan los artistas
A Adriana Dumon, la diseñadora de la firma Ölend, dedicada a la confección de mochilas y bolsos, le gustan mucho las iniciativas de Mybarrio porque, dice, “para los compradores es una manera de ver en un mismo entorno marcas con una filosofía y una estética afines. Al final lo que hace Mybarrio es juntar autores de Barcelona en espacios de la propia ciudad que significan algo para los que vivimos aquí, y eso siempre es agradable”.
El responsable de estrategia de Ölend, Fran Ríos, expone que “en estos eventos siempre conocemos gente con intereses parecidos y a menudo salen colaboraciones e incluso amistades”. Con respecto al hecho de estar en el Soho House durante esta última edición, afirma que “asociar el nombre de este sitio a una marca siempre es positivo. Es importante dónde estamos. Para el cliente que no conoce una firma, si la ve en el paseo de Gracia, en seguida tiene claro que tiene prestigio, pero nosotros no nos podemos permitir estar ahí. Tenemos que buscar otras maneras para que el imaginario de la marca envuelva al comprador”, concluye.
Producción de autor y clientes internacionales
La marca de perfumes Carner fue fundada hace casi diez años en Barcelona por los hermanos Sara y Joaquim Carner. El 95% de sus ventas tienen lugar fuera de España. “En este país somos muy marquistas --explica Joaquim--. La gente lleva el bolso Louis Vuitton, el polo Lacoste, y el perfume Channel o Carolina Herrera, y de ahí no salen. No arriesgan. El tema de las fragancias es curioso, porque, aunque somos el segundo país en cuanto a volumen de exportaciones de este tipo de productos en todo el mundo, al final todo se lo llevan las grandes empresas, como el grupo Puig i otros”.
“Nosotros nos damos a conocer principalmente a través de ferias internacionales. Durante el año vamos a las tres más importantes del sector, que están en Milán, Florencia y Cannes. Allí contactamos con distribuidores de todo el mundo y así funcionamos. Actualmente nuestro principal cliente es Rusia. Italia, tradicionalmente fuerte en cuanto a perfumería, es el cuarto país al que más tiramos”, comenta Joaquim.