Una década después de dirigir su última película -Gran Torino, 2008-, Clint Eastwood se vuelve a poner al frente de una pproducción, como director y protagonista, con el estreno este viernes de Mula. Es la historia de un agricultor empobrecido que a sus 88 años se convierte en una mula de droga que trabaja para el cártel de Sinaloa.

La que se presume como despedida del mítico actor que encarnó a Harry el Sucio, es una crítica contra la corrección política imperante en Hollywood a base de chistes sobre negros, mexicanos ("frijoles") o "lesbianas moteras".

Basado en una historia real

Mula se basa en una historia real extraída de un reportaje del New York Times. Concretamente el caso de Leo Sharp, un octogenario veterano de guerra de Corea que se convierte en conductor para el cártel de Sinaloa. Horticultor profesional y ganador de concursos a nivel nacional, su negocio no pasa por el mejor momento, lo que le lleva a aceptar una inesperada oferta de trabajo. 



Este proyecto asume un distanciamiento del tipo de películas dirigidas por Eastwood en los últimos años y centradas en figuras heroicas al servicio de América, como El francotirador, Sully o 15:17 Tren a París.