Nueva condena a un grupo de música rap por el contenido de sus letras. En esta ocasión ha sido un tribunal suizo el que ha condenado a la formación Chaostruppe a pagar una multa por insultar en una de sus canciones a la política conservadora Natalie Rickli.

Según recoge la agencia de noticias ATS, la condena ratifica en segunda instancia que los raperos deben pagar una indemnización a la funcionaria por injurias, y también considera que la letra de la canción incurre en un delito de calumnias contra ésta.

Insultos

La formación musical publicó en 2014 el tema que modificaba el apellido de la servidora pública, y además contenía descalificaciones y rimas de contenido sexual referidas a la legisladora de 42 años.

Rickli también argumentó que la canción incurría en un delito de acoso sexual, pero éste ha sido desestimado por la justicia suiza.

“Efecto disuasorio”

La política conservadora, que forma parte Consejo Nacional de Suiza, expresó a través de su cuenta de Facebook que esperaba que la sentencia ejerciese de “efecto disuasorio” a quienes usasen la música para descalificar a otros servidores públicos.

Los raperos se disculparon ante los tribunales por las posibles ofensas en que hubiesen podido incurrir con su canció. Un perdón que no les ha librado de pagar una multa de cientos de francos suizos a la funcionaria. Por su parte, la política ha expresado que no le gusta la sentencia, pero defiende la necesidad de poder expresarse con libertad sin necesidad de recurrir al insulto, según ha reflejado en sus redes sociales.

Cárcel

En marzo de este año, la Audiencia Nacional condenó a dos años de cárcel y a una multa de más de 24.000 euros al rapero español Pablo Rivadulla, conocido como Pablo Hasel, por enaltecimiento del terrorismo. Aunque posteriormente la Sala de Apelación rebajó la pena a nueve meses.

También el Tribunal Supremo confirmó la condena a tres años de prisión para el rapero mallorquín José Miguel Arenas, conocido como Valtonyc, por delitos de enaltecimiento del terrorismo, calumnias e injurias graves a la Corona. En este caso, el condenado huyó a Bélgica para evitar entrar en la cárcel.