Rosalía catapultó anoche su imagen hacia el éxito en la noche de Halloween más brillante de su corta carrera. Ante 11.000 personas, y sin cobrar entrada, presentaba en la plaza Colón de Madrid El mal querer, su segundo disco y primero en solitario. El éxito cosechado por esta joven catalana se convierte en uno de los más sonados en la música española reciente. La capital de España se convertía en el centro de uno de los grandes espectáculos de los últimos años, la consagración de una de las "diosas" de la música actual.
El público invitado a la plaza de Colón hacía cola desde varias horas antes para ver a la artista del momento. "Madrid, buenas noches. No sabéis la ilusión que me hace poder estar esta noche con vosotros. Os quiero mucho, estoy feliz de presentar este nuevo proyecto con vosotros", decía Rosalía tras empezar el show.
Así arrancaba la cantante en el escenario: con un llamativo traje rojo y acompañada de 12 bailarinas vestidas de blanco en contraste con su vestido lleno de volantes en las mangas y la cadera, coristas y un percusionista, que también hacía de dj. Rosalía pisaba firme como candidata a ser una de las reinas de la música en España. La joven barcelonesa de 25 años está nominada a cinco candidaturas a los Grammy latinos por un disco que saldrá al mercado este viernes y que ya ha conseguido que todos tengamos el éxito Malamente entre nuestras descargas.
Silencio absoluto
A las 19.55 horas aparecía fuerte y deslumbrante en el escenario y deleitaba al público con su combinación de flamenco con ritmos urbanos del trap, R&B contemporáneo y pop bailable. El concierto adelanto de El mal querer se convertía en una macro escucha en la que el respeto a la cantante se mostraba ante un gesto extendido entre el púbico: silencio absoluto. Las más de 10.000 personas escuchaban en sigiloso silencio las inéditas letras de este segundo álbum.
Malamente y Pienso en tu mirá, temas que ya están impregnados en nuestra mente, fueron las únicas canciones en los que el público se atrevió a acompañar a la cantante. El show caracterizado por el asombro absoluto ante Rosalía sólo se veía tildado por tímidos gritos de “diosa”, “reina” o “guapa” de algunos amantes de la cantante. Madrid también enloqueció con Catalina una de las más conmovedoras canciones de su anterior trabajo Los Ángeles. La cantante interpretó esta canción casi a capela y sin ayuda de los cuatro cantantes que le hicieron los coros.
Sus seguidores se rindieron ante Rosalía y la joven barcelonesa no dudó en mostrar su cariño. Hasta tres veces la cantante repetía, "Madrid, te quiero", en un concierto que duró menos de una hora y en el que la cantante mostró su ingenio y energía: lloró, rió y bailó y hasta montó en un quad. Los afortunados que asistieron ayer a este concierto pudieron ver el retrato de una de las grandes figuras de la música del momento. Algunos de los seguidores recordarán la noche más terrorífica del año para siempre ya que la joven artista también se dio un baño de masas bajando del escenario para abrazar a algunos espectadores.
Poderosa
El CD de Rosalía ha sido desvelado poco a poco a pesar de estar rematado hace ocho meses. Una novela del siglo XIII inspiraba el título Flamenca, elección que encierra un personaje “con fuerza y poderoso” y el conjunto de “capítulos” de su trabajo: Malamente es augurio; Que no salga la luna, la boda; Pienso en tu mirá, los celos; De aquí no sales, la disputa; Reniego, el lamento; Preso, la clausura; Bagdad, la liturgia; Di mi nombre, el éxtasis; Nana, la concepción; Maldición, la cordura, y A ningún hombre, el poder.
La cantante hablaba el martes pasado de su trabajo como un proyecto: por un, lado señalaba al disco y, por otro, el directo. Además, resaltaba la importancia de los visuales y los vídeos para los que ha contado con el impactante estilo de la productora barcelonesa Canada. Como principales ingredientes del éxito está la música, una combinación entre el flamenco, la cultura, con el trap de tintes urbanos. Esta mezcla de estilos llega en un momento propicio para los ritmos latinos que no entienden de fronteras a nivel global.