La actriz Rosa Maria Sardà ha decidido abandonar el Patronato del Teatre Lliure en solidaridad con Lluís Pasqual, el exidrector de la sala que se vio obligado a dimitir tras una campaña de desprestigio que tendría su origen en el escepticismo de Pasqual con el nacionalismo.
La actriz, que apareció en la despedida del director, fue uno de sus mayores apoyos cuando su nombre estuvo en el centro de la polémica. Sardà rubricó, junto a Núria Espert o Emma Vilarasau, el manifiesto en apoyo al director y fue la autora de un contundente artículo, titulado La conjura de los mediocres, en el que alababa el grado de "excelencia" que Pasqual había llevado al Lliure al tiempo que denunciaba la mediocridad de los que le habían echado.
El Patronato no supo gestionar la crisis
La intérprete catalana toma esta decisión al no sentirse ya cómoda en el Patronato. El presidente del Patronato, Ramón Gomis, hizo autocrítica en su momento al afirmar que fueron unos de los causantes de haber "llegado a esta triste situación".
Desde el ente no supieron gestionar la crisis que se inició después de que la actriz Andrea Ros criticara en las redes sociales el "despotismo" del dramaturgo. Tras su denuncia en las redes, el colectivo anónimo Dones i Cultura --que decía representar a 800 profesionales del teatro, pero solo lleva acciones de forma virtual-- pidió la cabeza del director.
Concurso público
Finalmente Pasqual decidió dimitir al ver que no contaba con la confianza del Patronato.
Tras su dimisión, el Teatre Lliure convocará un concurso público a nivel europeo para escoger a su nuevo director.