“El cava no es una bebida para tomar solo de aperitivo”, asegura la presidenta de Codorníu, Mar Raventós. Bajo esta premisa, la compañía lanza un nuevo producto gracias a la alianza con Rocambolesc, la heladería de Jordi Roca, el menor de los hermanos de El Celler de Can Roca. Se trata de un helado de cava que intentará posicionarse como una nueva forma de consumo del vino espumoso en cualquier momento del día.
La propuesta del helado, nombrado como Anna Rocks, llega como un polo de cava en dos sabores, para los que se ha utilizado la edición Rosé del cava Anna Ice y una versión anterior, blanco, ambos ideados exclusivamente para consumir con hielo.
El polo de cava Anna Rocks / CG
El desafío del helado
El enólogo de Codorníu, Bruno Colomer, detalla los inicios del proyecto. “Para experimentar, un día cogimos un cava que teníamos en casa y vimos que al ponerlo en una copa balón con hielo, se desestabilizaba el azúcar, entonces tuvimos que mirar en los viñedos y buscar una partida especial de uvas para hacer un cava semiseco que al beber con hielo da una sensación similar a un brut”.
En cuanto al proceso de elaboración, incluye el jarabe equilibrado con gelificantes para mantener la estructura del cava en congelación y conseguir que se mantengan las burbujas. Jordi Roca, revela que el paso clave es “la inmediata congelación a -40º para estructurar unos cristales de hielo lo más pequeños y bien repartidos posibles”.
Las botellas del nuevo cava Anna de Codorníu juntos a los helados / CG
Exclusivo de las heladerías de los Roca
El helado Anna Rocks se comercializará en las tiendas de Rocambolesc a un precio de 9,95 euros, consolidando así un proyecto en el que Jordi Roca lleva inmerso desde 2013, la promoción del consumo de cava.
La alianza con Codorníu servirá de impulso a la compañía de espumosos para promocionar con fuerza las nuevas formas de consumo del cava, principalmente orientados a un público joven y conseguir quitarle la etiqueta de aperitivo.