En la plaza del Portal de la Paz de Barcelona se encuentra uno de los enclaves más emblemáticos de la ciudad: el Monumento a Cristobal Colón. Esta estatua homenajea al navegante español que descubrió América, uno de los personajes más importantes de la historia de España. Pero ¿qué relación hay entre Barcelona y este explorador y por qué se construyó dicha estatua?
La relación de Cristobal Colón y la ciudad de Barcelona se remonta a 1493, un año después de que el explorador avistara por primera vez América. El almirante había enviado misivas a España en las que relataba a los Reyes Católicos y al resto de promotores de su expedición los avances obtenidos. En el regreso de Colón a la península ibérica en el año 1493, los monarcas se encontraban en Barcelona y le apremiaron a recibirle en dicha ciudad para que pudiese contar todo lo que había visto en el Nuevo Mundo.
Una recepción misteriosa
Los detalles de cómo fue esta recepción oficial en Barcelona son un misterio, así como el día y el lugar en el que se produjo. Fue en abril de 1493 y es posible que la recepción tuviera lugar en el Palacio Real de Barcelona. En ella Colón les habría contado todo lo que descubrió, así como les habría mostrado todos los animales exóticos como los papagayos y al grupo de indígenas que llevó consigo.
El Monumento a Colón es muy posterior a todo esto. Fue inaugurado en 1888 después de que, a mediados del siglo XIX, surgiese la idea de erigir un homenaje al célebre navegante. En un primer momento iba a estar situada en la plaza del Duque de Medinaceli, pero finalmente se construyó una dedicada al almirante Galceran Marquet. Posteriormente, la llegada de Alfonso XII al poder retrasó el proyecto. Sería en 1881 cuando resurgiría la idea de crear el monumento actual y el Ayuntamiento de Barcelona aprobó el proyecto.