La 60 edición de los Grammy se convirtieron en un homenaje la música bailable. El gran triunfador de la noche fue Bruno Mars, que para sorpresa de muchos fue el más galardonado cuando los focos apuntaban a Jay-Z y Kendrick Lamar, que ganó cinco estatuillas.
El artista hawaiano de 32 años logró el premio a la mejor canción del año con That’s what I like y a mejor disco por 24K Magic. En total se hizo con seis grammys y volvió a brillar en la gala con una fantástica actuación acompañado de Cardi B.
Lamar, el futuro del rap
Por su parte, el rapero Kendrick Lamar se llevó el premio a mejor interpretación de su género musical. Su actuación fue la mejor de la noche. Al recoger uno de sus premios propuso a Jay-Z “como presidente” después de que se hubiese metido ese mismo día en una polémica con por Twitter con Donald Trump. Jay-Z fue el gran perdedor de la noche. Era el más nominado, con ocho, y no se llevó ninguna.
Ed Sheeran, un triunfador
En la categoría de pop todas las miradas apuntaban a Ed Sheeran. Y acertaron. Con su éxito Divide, el inglés ha vuelto a inundar las radios y a llenar estadios con solo una guitarra. Shape of you fue la mejor interpretación vocal del año. Un premio difícil porque competía con Lady Gaga y Pink.
Alessia Cara fue la mejor nueva artista. La joven canadiense ha triunfado con su 1-800-273-8255.
La gala, celebrada en el Madison Square Garden de Nueva York no tuvo recuerdos para las víctimas del acoso sexual como sí sucede en el cine porque de momento no ha llegado a la industria de la música. La que sí que reivindicó la condición de los inmigrantes fue Camila Cabello, que tuvo un recuerdo para los dreamers, sobre todo mexicanos que en han sido amenazados de deportación.
La gran ausente de la noche fue Shakira, que ganó el premio a mejor álbum de pop latino. La colombiana no pasa por uno de sus mejores momentos, pero envió un vídeo a través de Instagram agradeciendo el premio.