Ana María Vela se ha convertido en la mujer de más edad de Europa tras el fallecimiento de Emma Morato, una italiana que en noviembre sopló las 117 velas. Ella fue la última que vivió tres siglos. Nació a finales del XIX, creció en el XX y vio los cambios que llegaron con el XXI desde su casa de Verbania, una localidad cercana a Milán.

Vela recoge el testigo desde su residencia de La Verneda (Barcelona). Nacida en la localidad granadina de Puente Genil (1901), emigró a Cataluña en la década de los 50. Ha sobrevivido a tres de sus cuatro hijos, sus nietos sobrepasan los 50 años y sus bisnietos son adultos. Sufre demencia senil y ha olvidado quién es, aunque los que comparten su día a día aseguran que sólo le falla la memoria.

Se levanta cada día a las nueve de la mañana, desayuna, está en planta con otros residentes, come y duerme la siesta. Su única hija con vida, de 89 años, la visita cada día.