No todo se reduce a Ciutat Vella, el Park Güell, las Ramblas o la Sagrada Família. Barcelona es más que esto, y los turistas deberían empezar a enterarse. El consenso en la necesidad de esparcir a los turistas por la ciudad y aliviar así la presión de visitantes en las zonas más concurridas es claro. No son muchas las iniciativas que contribuyen a esta descentralización, pero algunas zonas comienzan a proponerse de forma voluntaria.
Poblenou, un histórico barrio industrial al este de Barcelona, apuesta desde algún tiempo por captar la atención del turismo. Y lo hace a través de la cultura. La asociación Poblenou Urban District nació hace cuatro años de manos de la fotógrafa Claudia Costa con el objetivo de despertar el barrio y crear sinergias entre los establecimientos de la zona.
Innovación y creatividad son los requerimientos para formar parte del colectivo. Hoteles, estudios de producción, agencias de publicidad, tiendas, salas de conciertos, fundaciones, centros de creación y estudios de artistas…Todos tienen su espacio en el Poblenou Urban District.
Abrir el barrio a visitantes
El restaurante Leka era un establecimiento familiar que ofrecía en sus inicios, hace más de 30 años, cocina tradicional a los camioneros que pasaban por el barrio. Poco queda ya de ese bar de toda la vida. El Fab Lab, TL3 y Bau, tres centros de innovación y diseño también situados en la zona, han sido los artífices del cambio, con nuevos muebles y decoración, diseño gráfico y uniformes.
Precisamente, esto es lo que pretende Poblenou Urban District, colaboración entre vecinos. “Poblenou es un contenedor de propuestas artísticas y queremos despertar el barrio, que no salgas a la calle por la noche y tengas miedo porque está desierto”, explica Glòria Morera, cofundadora del colectivo. A semejanza del Wynwood Arts District de Miami o el Meatpacking de Nueva York, empezaron con la idea de conocer de puertas adentro a la gente y se han adaptado a una demanda que pide actividades y dinamismo.
Principales iniciativas
Open Day y Open Night son los platos fuertes de cada temporada. En primavera y a principios de diciembre, el barrio se llena de gente y los establecimientos asociados abren sus puertas e invitan a visitantes a participar en sus actividades, exposiciones y promociones especiales. El último Open Day, celebrado el 7 de mayo, contó con unos 15.000 asistentes, según Morera.
Un mapa-guía que incluye a los 160 asociados dio a conocer a Poblenou Urban District y se ha convertido en su seña de identidad. Su próximo objetivo es celebrar su primer festival multidisciplinar. Pero la falta de licencias municipales se lo ha impedido por el momento.
Su buena relación con el anterior consistorio y las dificultades para dar a conocer su proyecto al nuevo han “frenado nuestro recorrido, hemos tenido que empezar de cero en este sentido”, asegura Morera. Por esa razón el proyecto se ha ido redefiniendo con el tiempo, se ha adaptado a la demanda y a los permisos de cada momento.
¿Impulso hotelero?
La iniciativa cultural no irá acompañada, de momento, de un estímulo de la zona por parte del sector hotelero. La moratoria de alojamientos turísticos actual lo impide. Pero esta situación es temporal.
El nuevo Plan Especial Urbanístico de Alojamientos Turísticos (PEUAT), pendiente de aprobación, incluye al distrito de Sant Martí, en el que se encuentra Poblenou, en la segunda zona. Esto significa que solo se podrían crear plazas a medida que vayan desapareciendo otras.