Fernando del Paso ha recogido de manos del Rey Felipe VI este sábado el Premio Cervantes, el principal galardón de las letras españolas que se otorga en el día mundial del libro. El autor ha vencido su delicado estado de salud para desplazarse hasta Alcalá de Henares (Madrid), recoger el reconocimiento y cumplir con el anuncio de que incluiría “algo de política” en sus palabras de agradecimiento.

Ha sido más que una simple mención al gobierno de México. El autor ha cargado duramente contra el Ejecutivo de su país por situarlo en un “principio de estado totalitario” que no se puede “permitir” con las últimas iniciativas legislativas.

Falta de libertades en México

“Criticar a mi país en un país extranjero me da vergüenza, pero no denunciarlo, eso sí que me daría aún más vergüenza”, ha señalado. Del Paso aseguró que las cosas han empeorado en el último año en México. Continúan los atracos, feminicidios, extorsiones, secuestros y las desapariciones además de los “abusos de poder, la corrupción y la impunidad”.

Por ello, el escritor laureado se ha “tragado esa vergüenza para denunciar a los cuatro vientos” que la Ley Atenco de México es en verdad una medida “opresora que habilita a la policía a apresar e incluso disparar en manifestaciones y reuniones públicas a quienes atenten, según su criterio, contra la seguridad o el orden público”. Mantiene así su perfil crítico con los gobiernos de su país, que han sido fuente de inspiración en múltiples de sus libros como en Planiluro de Mexico, su novela más conocida sobre el Movimiento de 1968 en el país y la rebelión del 2 de octubre, donde murieron miles de personas a manos de un Ejecutivo totalitario. 

Delicado estado de salud

Desde su silla de ruedas, el escritor mostró en Madrid que aún mantiene en forma su agudo sentido del humor y capacidad crítica y de análisis. “Tan mal he estado en los últimos tiempos que cuando alguien me vio, me dijo: pero hombre, ¿así va ir usted a España? Y yo le contesté: yo a España voy así sea en camilla de propulsión a cohorro o en avión de ruedas”, relató.

Del Paso reivindicó también en su discurso que el castellano es la lengua con lo que lo ha hecho todo en su vida. Desde el momento en el que nació que lloró “oh! En castellano”. “Desde entonces, cuando lloro, río, bostezo, toso y estornudo, lo hago en castellano. Eso no es todo: también hablo, leo y escribo en castellano”, manifestó. 

Autores recordados

Recordó a los autores hispanoamericanos y anglosajones que le han marcado. Desde Tirso de Molina, Lope de Vega o Baltasar Gracián a Joyce, Faulkner o Dos Pasos, incluso Camilo José Cela, Javier Marías o Pérez-Reverte.

Al final, se puso emotivo al recordar al poeta mexicano José Carlos Becerra. Su amigo, fallecido de forma prematura en accidente de coche y a quien le debe seguir escribiendo. “Cada vez que sentía pereza de escribir, desánimo o escepticismo, me ponía su camisa y comenzaba a trabajar”, indicó.

El nuevo premio Cervantes se siente por ello en “obligación moral” de seguir escribiendo “hasta que acabe la vida”.