En los últimos años, el mundo de la mixología ha cambiado más allá de lo imaginable, diversificándose y expandiéndose por todo el planeta. Se ha vuelto a poner de moda. Y Torres lo sabe bien. Esta marca, que en 2015 facturó 263 millones de euros, quiere ahora aprovechar la fuerza de la mixología para ofrecer a la industria coctelera nuevos productos y mejorar el negocio de su división de destilados.
Para dar a conocer todas sus marcas de espirituosos, la bodega Torres organizó el lunes por la noche en el Convent dels Àngels de Barcelona un acto en el que reunió a los mejores cocteleros de la Ciudad Condal. “Teníamos la necesidad de presentar en un mismo espacio todos los destilados de la casa para que los aficionados a la coctelería los vinculen con Torres”, aseguraba a Crónica Global Javier Reynoso, global brand embassador de la compañía.
Torres 15, la estrella de la noche
El Convent dels Àngels se convirtió en el espacio idóneo donde conocer toda la oferta de la bodega. Cuatro parcelas en los laterales dedicadas a sus destilados, y un estand central, el de Torres 15; la estrella de la noche.
Torres 15 es el primer brandy diseñado especialmente para la coctelería. Así nos lo definió Michael La Terrière, spirits global director de Torres: “Quisimos aprovechar la fuerza de la marca y crear un nuevo destilado. Desde Torres quisimos poner nuestro grano de arena en el mundo de la mixología”.
Para Michael La Terrière, un cóctel es mucho más que mezclar bebidas; es arte, diseño y belleza: “Los mejores cocteleros son capaces de generar experiencias compartidas que cautivan a las personas”. Y eso es lo que se pudo ver durante toda la noche del lunes en Barcelona: la fabricación de un cóctel convertida en magia y espectáculo.
Renovar las cartas
A la fiesta se sumó Jaume Arnau, uno de los cocteleros más conocidos de la ciudad. El propietario de la coctelería Xixbar cree que es un apoyo importante que marcas como Torres lancen al mercado productos pensados para este mundo: “Nos obliga a hacer nuevos cócteles en una carta que solemos cambiar cada tres meses para satisfacer las necesidades de los clientes”.
Unas necesidades que, cada vez más, van ligadas a unos gustos que gracias a la coctelería molecular han ido evolucionando con el tiempo.
La coctelería está enganchando a jóvenes, prueba de ello es que en el Convent dels Àngels muchos de los asistentes no superaban los 30. Torres es consciente de ello y por eso ofreció la oportunidad de probar todos sus destilados: el brandy, el pisco, el tequila, el vodka, el whisky, la ginebra, el ron y el calvados.