Los Rolling Stones han hecho vibrar este viernes a decenas de miles de seguidores en un histórico concierto en Cuba, que se ha iniciado con el grito en español de vocalista británico Mick Jagger: "Hola Habana, buenas noches, mi gente de Cuba".
Tras estas palabras, la banda de rock ha comenzado a tocar el tema 'Jumping Jack Flash' ante una multitudinaria audiencia de diferentes generaciones y diversas nacionalidades congregada en la Ciudad Deportiva de La Habana.
Se trata del último concierto de la gira latinoamericana Olé Tour del grupo británico, que comenzó en Argentina y ha pasado por Uruguay, Perú, Colombia, Brasil y México. Este último concierto --el único que han ofrecido de forma gratuita-- ha puesto la guinda.
Un público entregado
Los seguidores comenzaron a reunirse unas 18 horas antes de la apertura del recital en los campos de fútbol y béisbol de la Ciudad Deportiva de La Habana, incluyendo a cubanos que viajaron desde todas partes de la isla y extranjeros que hicieron un 'tour' especial al Caribe.
Sus 'satánicas majestades' abrieron el show con su éxito 'Jumping Jack Flash', que fue grabado por primera vez en 1968, época en la que los aficionados al rock de la isla compartían en secreto los discos de acetato, debido a que la banda estaba censurada por el Gobierno en la radio y la televisión estatal.
La siguiente pieza que interpretaron fue 'It's only rock and roll', cuyo estribillo "but I like it", fue coreado por la multitud de alrededor de 400.000 personas.
"Es un placer estar en Cuba"
El grupo de rock, que aterrizó el jueves en Cuba, se fundó en 1962, tres años después de la victoria de los rebeldes de Fidel Castro en la isla. "Es un placer estar en Cuba, daremos un 'show' especial para los cubanos", dijo Jagger, de 72 años, a su llegada a La Habana.
La banda británica, compuesta también por Keith Richards, Charlie Watts y Ronnie Wood, trasladó a Cuba 61 contenedores con unas 500 toneladas de escenografía, altavoces, luces y pantallas de vídeo.