El Oculus o Calatravasaurio de Santiago Calatrava en Nueva York presenta descorchados y grietas en las capas de pintura en su día de apertura. Esta es la denuncia de una tuitera neoyorquina, que carga contra el intercambiador de transporte, que ha costado 3.600 millones de euros, casi el doble de lo presupuestado cuando el proyecto de hub en el World Trade Center se presentó en 2004.
El estudio del arquitecto español responde que "es imposible" verificar cuando se hizo la fotografía, y que la zona en la que está tomada "aún no está abierta al público ni pintada".
El nodo de conexiones abrió su primera fase al público el jueves. La inauguración contó con el apoyo de la agencia de transportes de la ciudad de la Costa Este, la Port Authority of New York and New Jersey, pese a que un directivo de la empresa había criticado la obra anteriormente por "excesiva". Desde el estudio del arquitecto español apuntan que los comentarios de Pay Foye "no significan que la Port Authority se aparte del proyecto, al contrario".
Por fases
Sea como fuere, el Oculus se ha granjeado el apoyo de las autoridades y abrirá progresivamente por fases hasta el final de primavera, cuando estará plenamente operativo. En total, la creación de Calatrava dará servicio a 100.000 viajeros, ya que une once líneas de Metro, el tren regional PATH y el ferry que para en Battery Park.
Además, el centro de conexiones de transporte ayudará a regular el flujo de visitantes y empleados de las torres del World Trade Center 1, 2, 3 y 4, además del World Financial Center y el World Trade Center Garden.
Satisfecho
En declaraciones recogidas por su estudio poco después de la inauguración, Calatrava indicaba que "me gusta pensar que el proyecto es un monumento a la vida. Un monumento a la fe en el futuro de esta ciudad y monumento dedicado a su gente".
El arquitecto español ha abundado que "para mí ha sido un orgullo participar en un proyecto tan complejo. La parte construida en acero es única en el mundo. Creo sinceramente que la estación va a entroncar con otras estructuras icónicas de la ciudad y llegará a ser un símbolo de progreso y renovación para los ciudadanos y visitantes de Nueva York".