El financiero Kenneth Griffin ha ejecutado la venta de arte privado más cara de la historia. Griffin ha adquirido dos obras de los pintores Willem de Kooning y Jackson Pollock por un total de 500 millones de dólares.

El fundador del fondo de cobertura Citadel, una de las figuras más poderosas en el negocio de las finanzas, ha desembolsado 300 millones de dólares por Interchange (1955), un lienzo de Willem de Kooning, y 200 millones más por Number 17A (1948), de Jackson Pollock.

Este acuerdo económico supera los 300 millones de dólares que un museo de Catar abonó por un cuadro de Paul Gaugin.