Bartomeu Marí, director del Museu d’Art Contemporani de Barcelona (Macba), pone fin hoy a siete años en el cargo. La salida se produce tras las desavenencias vividas en la institución entre su director y dos altos empleados a propósito de la exposición La bèstia i el sobirà, en la que se mostraba una escultura del rey Juan Carlos sodomizado por una bolivariana y esta, a su vez, por un perro pastor alemán.
"No puedo esconder que ha sido una experiencia que contiene un grado importante de tristeza por significar la despedida de un museo en el que he dejado mucha energía y mucha atención en todos estos años y que me hubiera gustado culminar de otro modo", ha señalado el dimisionario en una entrevista concedida a Europa Press.
Colaboradores y adversarios
Marí fichó en 2014 a Valentín Roma y a Paul B. Preciado para darle un giro más social al museo, según explica. Ambos, sin embargo, han sido quienes han mantenido las diferencias con el responsable del Macba. Eran comisarios de la exposición que contenía la polémica escultura. Marí decidió no mostrarla y, más tarde, abrir la exposición al público. En el interín, el responsable del museu se vio obligado a dar explicaciones y a poner su cargo a disposición del consorcio que gestiona el museo y que forman varias instituciones públicas.
La escultura de Ines Doujak fue el detonante de las diferencias entre el director y los altos cargos del museo. Preguntado por si se ha sentido decepcionado y traicionado por su equipo, ha dicho: "Sí, sí, inexplicablemente. En el fondo es inexplicable", ha dicho Marí.
"Un accidente y un error"