¿Es posible evitar la obsolescencia programada?
Los países en vías de desarrollo son usados como vertederos de todos los productos inservibles
10 abril, 2017 00:00La Comisión de Sanidad del Congreso aprobó la semana pasada y por unanimidad una proposición no de ley del PSOE que insta al Gobierno a prohibir la obsolescencia programada. Pero, ¿qué es la obsolescencia programada?
Se trata de la determinación del fin de la vida útil de un producto de modo que, tras un periodo de tiempo calculado de antemano por el fabricante o por la empresa durante la fase de diseño de dicho producto, éste se convierta en obsoleto, no funcional, inútil o inservible por diversos procedimientos. El ejemplo más habitual es la falta de recambios. Esto provoca tener que comprar uno nuevo que lo sustituya.
Imagen de bombillas inservibles / EFE
¿Cuál es el origen?
Se cree que el origen se remonta a 1932, cuando el bróker Bernard London proponía terminar con la Gran Depresión lucrándose a costa de la sociedad a través de la obsolescencia planificada.
“Surgió después del crack del 29, para reactivar la economía”, sostiene la diputada del PSOE en el Congreso de los Diputados y portavoz de consumo en la Comisión de Sanidad, Begoña Tundidor. “Esta medida aprobada por unanimidad es muy importante para la salud pública”, y añade: “no hay infraestructuras suficientes para controlar el tratamiento de residuos”.
La obsolescencia programada es altamente beneficiosa para el fabricante, dado que en un momento u otro el producto fallará y obligará al consumidor a adquirir uno nuevo.
Imagen del mítico Nokia 3310 / EFE
“Existen diferentes intereses confrontados”, detalla el profesor de Ingeniería Informática de la Universitat de Barcelona Blas Garrido. “Por un lado hay intereses para maximizar el beneficio sin incrementar el precio pero acortando la durada de los productos”, explica, y clarifica: “incrementar ingresos y bajar la calidad para que el género dure menos”
Desechos y contaminación
El objetivo de la obsolescencia programada es el lucro económico. Por ello, la conservación del medio ambienta pasa a un segundo plano de prioridades y algunas zonas deshabitadas pueden convertirse en verdaderos vertederos.
La falta de una gestión adecuada de los productos que se vuelven obsoletos constituye un foto de contaminación. Es una consecuencia del sistema de producción y económico contemporáneo, promueve el consumo creciente. Por ello, la sostenibilidad de este modelo a largo plazo es discutida.
Además, países en vías de desarrollo están siendo usados como vertedero de todos los productos inservibles; lo que está generando una considerable contaminación y destrucción del paisaje en dichos países, comenta a Crónica Global la portavoz socialista.
Imagen de un vertedero de productos electrónicos en Ghana / EFE
¿Llega tarde?
“La obsolescencia programada podría resolverse si volviésemos al modo de consumo que existía antes de poco consumo”, detalla el profesor. “Ahora hay muchas marcas de baja calidad, por ejemplo de ropa, que hacen sus prendas para que duren un máximo de un año, esto te obliga a comprar mucho más que antes”, aclara. “La forma de luchar contra esto es eliminando el consumismo y comprar lo que se necesita sin depender de esto, pero ¿es posible?”, plantea.
“Cambiar esta manera de funcionar es muy compleja”, detalla Garrido. “Mediante la educación podemos aprender a dar valor a las cosas y fomentar que las empresas más sostenibles pero estamos acostumbrados a comprar con ansia”.
Pero nace una nueva forma de obsolescencia programada. “Hoy en día quizá ya no compramos las cosas porque no funcionan sino porque ha salido algo mejor que nos gusta más”, comenta. “Un claro ejemplo es una Smart TV, quizá la nuestra todavía va bien pero queremos ver Youtube o Netflix en la televisión”. El experto zanja explicando que ahora se crean otras necesidades que también fomentan el consumo, nuevas cosas que tienen nuevas prestaciones: "todo es electrónico y las tecnologías avanzan muy rápido".