La hoja de ruta que España trazará, en el marco del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima, de cara a alcanzar el objetivo de que en 2030 el 35% de las energías utilizadas sean renovables, ha sido esbozada por el secretario de Estado de Energía, José Domínguez Abascal, en el V Foro Solar organizado por la Unión Española Fotovoltaica (UNEF).
Un plan que pasa por movilizar entre 60.000 y 70.000 millones de euros para instalar entre 50.000 y 60.000 megavatios (MW) nuevos 'verdes'. "Un gran reto, pero también una gran oportunidad desarrollo para España”, comentaba Domínguez.
La mitad de la energía, o más, será solar
El secretario de Estado subrayaba que, de esa potencia nueva a instalar en los próximos años, "la mitad o más será energía solar". "Teniendo en cuenta que en este momento hay más eólica que solar, tiene todo el sentido", dijo.
Domínguez destacó que el actual Gobierno de España "se ha puesto las pilas" en renovables y que está "totalmente en línea" con los objetivos marcados por Bruselas para combatir el cambio climático. "No sé qué hubiera pasado si no cambia el Gobierno en España", le dijo al comisario europeo de Acción por el Clima y Energia, Miguel Arias Cañete, presente en el acto.
Evitar que, en esta ocasión, España llegue tarde
El secretario de Estado de Energía consideró que España se encuentra ante una oportunidad "única", ya que en todas las transformaciones tecnológicas "siempre llegó tarde, pero está es la primera vez que "va a participar en primera fila".
Por su parte, el comisario europeo de Acción por el Clima y Energía, Miguel Arias Cañete, valoró el "ambicioso" objetivo del 32% en renovables fijado por la Unión Europea para 2030, ya que supone cuadruplicar el porcentaje de renovables en 2004 y casi duplicar los niveles actuales del 17%.
Reducción de las emisiones en más del 40%
No obstante, Arias Cañete se mostró convencido de que en la clausura prevista de revisión para 2023 la innovación permitirá dar lugar a revisar "mucho más al alza" esos objetivos a 2030. De esta manera, destacó que estos esfuerzos en renovables, junto a las acciones en eficiencia energética, permitirán una reducción de las emisiones por encima del 40%, lo que da muestras de que se trata de un "objetivo ambicioso y positivo en la lucha contra el cambio climático".
Además, subrayó que si aunque estas políticas no se modificaran a objetivos más ambiciosos, el efecto provocado a 2050 sería que solo con estas normas habría una reducción de emisiones del 60%. "Sin hacer nada más", recalcó.