El Circuito de Cataluña, una máquina de perder dinero público
La sociedad Circuits de Catalunya, propietaria y gestora del recinto de carreras de Montmeló, ha recibido en el último lustro cerca de 40 millones de euros de subvención directa a fondo perdido de las Administraciones catalanas.
Semejante riada de recursos no ha podido impedir que la compañía cierre todos esos ejercicios con pérdidas de bulto, por importe conjunto de 42 millones. Si se retrocede en el tiempo, la situación se mantiene invariable: desde 2009, el déficit suma 56 millones.
En el último año, los socios de la empresa tuvieron que dar un paso al frente y se rascaron el bolsillo para evitar situaciones comprometidas. Así, el capital se recortó de 74,3 a 38,1 millones, con el objetivo de enjugar saldos adversos del balance. Acto seguido, el capital se amplió en 3,4 millones
Pero no acaban aquí los auxilios crematísticos públicos. Este año la Generalitat le ha entregado dos avales cifrados en 44 millones, es decir, casi la mitad de las facilidades que concedió el Gobierno catalán.
En 2015, Circuits de Catalunya facturó 22,2 millones. Significa un avance del 3%, pero dicho giro supone la mitad del declarado ocho años atrás. El resultado del ejercicio fue un déficit de 8,3 millones, un 17% más.
Auditoría alarmante
Uniaudit Oliver Camps, la firma que ha revisado las cuentas, ha estampado varias consideraciones en su informe de auditoría. De entrada destaca el empeoramiento de la situación financiera de Circuits, debido a que la devaluación de sus ingresos no ha ido acompañada de una rebaja de los gastos; también señala que la entidad presentaba en diciembre último un fondo de maniobra negativo de 4,5 millones; por último advierte de que su continuidad como empresa dependerá del éxito del plan de actuación previsto para el periodo 2015-2019 y, sobre todo, del apoyo financiero de sus socios.
Pese a los avisos del auditor, la situación real de la empresa dista de ser preocupante. Circuits de Catalunya está firmemente unida por un cordón umbilical a las ubres del erario público catalán, por lo que en caso de emergencia serán los contribuyentes de esta comunidad los que pechen con los agujeros contables.
El accionariado de Circuits está dominado por la Generalitat, que controla directa e indirectamente el 72%; el RACC posee el 18%; y el Ayuntamiento de Montmeló, el 10% restante.