La veterana compañía Gamo Outdoor cerró el ejercicio 2024 con una facturación consolidada de 58 millones, que significa una baja del 5%.
Así lo refleja el balance que acaba de publicar. El informe de gestión atribuye el retroceso a la evolución negativa de los mercados de España, Reino Unido y Méjico, que representan conjuntamente un 25% del giro.
Estados Unidos
Tal circunstancia responde, según la empresa, a la acumulación de elevados niveles de inventarios en los comercios que distribuyen sus productos.
Gamo tiene un acentuado perfil exportador. Sus armas de aire comprimido se venden en 65 países, por medio de 800 distribuidores locales.
El principal mercado es desde hace años EEUU, que le aporta el 44% de los ingresos.
Superávit
Los resultados no se vieron afectados por la coyuntura adversa. El flujo de caja aumentó un 10% y rebasó los 9 millones. De esta suma, 5,6 millones conciernen a la amortización del fondo de comercio.
El beneficio neto se encaramó un 30%, hasta los 3,5 millones. El importe íntegro se destinó a reservas.
Gamo atravesó una etapa difícil en el periodo 2016-2020. Durante ese quinquenio acumuló pérdidas por un total de 16 millones.
Productos
La compañía manufactura carabinas y pistolas de aire comprimido, miras ópticas, munición, prendas textiles y otros accesorios, para disfrute de los aficionados a los disparos.
Además, ejerce de agente comercial de marcas internacionales como los rifles Winchester, las escopetas Daisy y los visores, miras telescópicas y proyectores láser de BSA.
Armerías
Su planta de producción está ubicada en Sant Boi de Llobregat. La propiedad del inmueble sigue en manos de la familia fundadora, que lo tiene arrendado a Gamo a cambio de una renta anual de un millón.
Las pistolas y fusiles de perdigones se comercializan en España por medio de una red de 40 armerías de terceros distribuidas por toda la península. Ocho de ellas se encuentran en Barcelona. En el extranjero dispone de filiales propias en Reino Unido y Méjico.
Historia centenaria
Gamo es muy antigua. Sus orígenes se remontan a 1889, cuando se funda la mercantil Antonio Casas SA, para fabricar productos derivados del plomo. En la década de 1950, los descendientes cambian de rumbo, se centran en los balines y adoptan la razón social de Gamo.
La firma crece como la espuma. A comienzos del presente milenio se encarama al liderato de su sector en Europa.
Petardazo
En 2007 los herederos Antonio y Francisco Casas Salvá reciben una suculenta oferta del fondo madrileño MCH y caen en la tentación. En dos tandas sucesivas, traspasan el 100% a cambio de 80 millones contantes y sonantes.
La compañía permanece en el regazo su nuevo dueño seis años. Este propina en 2013 el pase y cede Gamo a otro fondo, el neoyorquino Bruckman, Rosser, Sherill, por 90 millones. Desde entonces, la corporación americana gestiona la secular Gamo. Cuando haya afianzado la plusvalía, la aflorará con la consabida cesión a un tercero.
Gamo declara hoy unos activos consolidados de 55 millones y unos fondos propios de 44. Es de destacar que carece de deudas bancarias.
Gamo Outdoor
