La papelera Alier ganó 10,2 millones

La entidad se abstuvo de presentar expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) durante los meses del confinamiento. Por el contrario, en el conjunto del año amplió la plantilla de 177 a 193 trabajadores.

Negocio exterior

Desde comienzos de 2021 la compañía está dirigida por el ingeniero químico Valentín Rossi, quien desde 2018 venía ejerciendo de director industrial.

La papelera es sobre todo una empresa exportadora. En 2020 el 95% de sus ventas correspondió a los mercados exteriores. Alier está presente en 40 países.

Excedentes

La firma dispone desde hace años de una planta de cogeneración eléctrica, que vende energía a terceros. Esta instalación contribuyó a la cifra de negocio con unos ingresos de 10 millones.

Los resultados de Alier, aunque copiosos, se redujeron a la mitad de los obtenidos en el ejercicio precedente. Así, el beneficio de explotación se cifró en 8,4 millones. Y el excedente neto arrojó 10,1 millones. De este último se aplicaron 1,5 millones a dividendo.

Placas de yeso y bolsas

Las oficinas centrales y la sede social de la compañía radican en la calle Diputación de Barcelona. Su factoría papelera se encuentra en el municipio leridano de Rosselló, donde está asentada desde finales del siglo XIX.

Los productos elaborados por la casa son dos: papeles destinados a recubrimiento de placas de yeso y bolsas de papel. Los artículos se elaboran íntegramente con materia prima recuperada y, a la vez, son plenamente reciclables.

Orígenes textiles

La familia Alier fundó la histórica firma en Barcelona en la lejana fecha de 1832. A la sazón, era una industria textil que en sus inicios tejía velas para barcos y redes de pesca.

En 1886 la saga Alier adquirió un molino papelero en Rosselló, germen de la gran fábrica que hoy posee la compañía en dicho municipio. En este centro manufacturero se han realizado hasta la fecha inversiones por valor de 120 millones.

Dos percances

A lo largo de su dilatada existencia, la empresa ha vivido los recurrentes vaivenes del ciclo papelero, acompañados de todo tipo de vicisitudes. Entre ellas figuran dos suspensiones de pagos, que por fortuna logró superar. La primera aconteció en 1991, con una gruesa deuda de 2.500 millones de pesetas.

La segunda es más reciente. Ocurrió en 2014, con un pasivo exigible de 22 millones de euros. Dos años después se aprobó un convenio de corte draconiano. Los acreedores ordinarios, a los que se debían 9 millones, hubieron de pasar por una quita del 77% y una espera de siete años para cobrar el resto.

Cambio de manos

Más tarde, Alier logró que los acreedores privilegiados, es decir, los bancos BBVA, Popular, Sabadell, Santander, Barclays, Caixabank, Deutsche y Novagalicia, se avinieran a una condonación del 62% de los 11,8 millones que les adeudaba. En noviembre de 2020, Alier salió del concurso de acreedores.

En 2018, mientras permanecía bajo intervención judicial, varios miembros de la familia Alier, titulares de la mayoría del capital, enajenaron sus paquetes a favor del grupo argentino Pereira. Este es especialista en la fabricación de placa de yeso.

Dueños Iberoamericanos

Tras el cambio accionarial, la mayoría de los puestos del consejo de administración pasó a estar ocupada por representantes del nuevo socio mayoritario.

De presidenta actúa Elisabet Alier Benagues; y de vocales, Pere Alier Benagues más los socios argentinos Marcelo Luis Pereira, Andrea Rodríguez Quiroga, Manuela Pereira, Mateo Luis Pereira y Tomás Marcelo Pereira.

Al cierre del ejercicio 2020, Alier disponía de unos fondos propios de 38 millones y había recortado la deuda financiera a solo 3 millones.