Sede de Grupo Arqué en l'Hospitalet de Llobregat / CG
Los estampados de Arqué giran 64 millones
El conglomerado familiar alberga casi 30 filiales en cuatro continentes
16 febrero, 2021 00:00Grupo Comercial Arqué elevó su cifra de negocio de 61 a 64 millones durante el ejercicio 2019, según los estados contables que entregó hace pocos días al Registro Mercantil de Barcelona. Algo más de la mitad corresponde a las exportaciones.
La progresión favorable de los ingresos no se tradujo en un alza del beneficio neto, pues éste bajó de 2,5 a 1 millón.
Expansión internacional
Comercial Arqué es la empresa más antigua del consorcio. Nació en 1954, con el nombre de Francisco Arqué Solanas, en un pequeño taller sito en la calle Provenza de Barcelona. El crecimiento obliga en los años ochenta a trasladar sus instalaciones a su actual ubicación en Hospitalet de Llobregat, donde hoy cuenta con 20.000 metros cuadrados.
En los últimos lustros Arqué ha configurado un extenso consorcio de empresas, integrado por 27 filiales y dedicado a la estampación por calor y frío. Sus clientes son las industrias de automoción, textil, editorial y plásticos.
Otras actividades
Las entidades del grupo se dedican sobre todo a la estampación. Pero asimismo abordan otras facetas relacionadas como distribución de artículos gráficos e impresión de etiquetas. También a la venta de programas informáticos, elaboración de productos agroalimentarios y fabricación de componentes electrónicos.
El repertorio de subsidiarias incluye una docena situadas en otros tantos países de Europa, África, América y Asia. En conjunto, Arqué emplea a 400 personas.
Accionistas
La estructura societaria de Grupo Arqué alberga en su cúpula la sociedad Grupo Twin Inversors. Ésta tiene dos administradores y propietarios, los hermanos Damià y Albert Arqué Saleta, miembros de la tercera generación de la saga. La paga conjunta de los dos gestores en concepto de sueldo y otras retribuciones se mantuvo en 625.000 euros.
El balance consolidado de Grupo Twin Inversors refleja un activo de 59 millones, fondos propios de 24 millones y una deuda financiera de 10 millones. Durante la pandemia, Arqué solicitó a la banca nuevas facilidades para dotarse de un colchón suficiente con el que afrontar las posibles tensiones de tesorería.
