Los helados de Farggi pierden 10,9 millones
La empresa ha ingresado 96 millones en préstamos de la banca y por la venta de maquinaria
9 marzo, 2018 00:48La empresa Lacrem-Farggi, de Montgat (Barcelona), feudo de la familia Farga, sufrió unas pérdidas antes de impuestos de 10,9 millones en el ejercicio 2016, según las cuentas que acaba de entregar al Registro Mercantil. Dicho quebranto casi cuadruplica el del ejercicio anterior, situado en 2,8 millones.
Como consecuencia de los resultados adversos, el balance embalsa ya 20,8 millones de números rojos. Asimismo la explotación y el flujo de caja arrojan saldos negativos.
Caen las ventas
Tampoco la cifra de ventas evoluciona de forma satisfactoria. Baja de 29,6 a 26,2 millones, de los que 11 millones corresponden a las exportaciones.
Lacrem contabiliza unos pasivos financieros de casi 50 millones. Ha negociado con las entidades crediticias en tres ocasiones para lograr vencimientos más llevaderos. Ello ocurrió en 2012, en 2015 y en 2017.
Entrada de fondos
El último acuerdo es de altos vuelos, porque no se limita a la concesión de créditos por parte de la banca. Se trata de un pacto a cuatro bandas que, además de la banca, implica a Lacrem, a Helados La Menorquina y al fondo de inversión Black Toro.
En resumen, Lacrem recibe diversas inyecciones de dinero. De la banca, 35,5 millones en forma de préstamo sindicado. Del fondo Black Toro, 38,7 millones a título de anticipo convertible en acciones. El grupo canario Kalise le hace entrega de 6,9 millones en concepto de empréstito, a la vez que le transfiere el negocio de Helados La Menorquina en la península ibérica y Baleares.
Adicionalmente, Lacrem ha obtenido 12,5 millones por venta de maquinaria, que ahora sigue utilizando en calidad de arrendataria.
El reparto de la compañía
En las arcas de Lacrem entran nada menos que 93,6 millones. Una parte de esos recursos se ha empleado en la compra del negocio de La Menorquina y el resto, en la rebaja del pesado endeudamiento.
El capital de Lacrem está dominado por cinco sociedades pertenecientes a la familia Farga, que controlan el 90%. El 10% restante obra en poder de la instrumental luxemburguesa BTC Ocho. Ésta se abstuvo de aprobar las cuentas en la junta de accionistas.
El auditor formula un rosario de salvedades. La de mayor bulto atañe a la incorrecta contabilización de préstamos participativos aportados en años anteriores por la dinastía Farga, por importe de 23 millones. Según el auditor, los fondos propios, situados en 25,9 millones, tendrían que minorarse en 22,1 millones.