Romeo Beckham, el hijo de Victoria y David Beckham, en la campaña de Navidad de Burberry.
Burberry: crecen las ventas tras una larga sequía
La firma británica de moda Burberry ha recibido buenas noticias de su filial española por vez primera en cerca de diez años. La cifra de negocio de la subsidiaria creció de 31 a 44 millones de euros en números redondos y deja atrás un largo periodo de postración. El flujo de caja y los beneficios sumaron 4,1 millones y 362.000 euros, respectivamente.
Las duras vicisitudes que sufrió Burberry Spain tiempo atrás han dejado una profunda huella en sus fondos propios y el lastre de unas pérdidas pendientes de compensar cifradas en 209 millones. Con todo, el patrimonio neto es positivo en 13,7 millones.
Siete tiendas propias
Burberry tiene su sede española en Barcelona, presidida por José Antonio Valero Amigó. La red comercial de la casa consta de siete tiendas propias: tres en Barcelona, tres en Madrid y una en Marbella. Asimismo cuenta con una treintena de corners en los centros de El Corte Inglés. En España, Burberry ya no produce nada. Todas las colecciones se manufacturan en países de Extremo Oriente.
Burberry Spain se fundó en 1965 en Barcelona, con una participación mayoritaria del consorcio británico y otra minoritaria de los legendarios industriales textiles Eugenio Mora y José María Juncadella Burés. Siete años después, cuando el régimen franquista daba las boqueadas, los ingleses no vieron claro el futuro político, traspasaron sus acciones a los socios locales e hicieron mutis por el foro.
Compra por 2010 millones en metálico
Poco tiempo después, Eugenio Mora Olivella, hijo de uno de los fundadores, se hizo con la mayoría del capital. Gracias a su tesón y al formidable equipo directivo que aglutinó, Burberry Spain se erigió en la licenciataria más rentable de todo el grupo. En el año 2000, la Burberry británica compró el negocio a Eugenio Mora por 210 millones de euros en metálico.
La nueva dirección inglesa tomó decisiones estratégicas que resultaron funestas y Burberry Spain entró en una larga decadencia, de la que sólo ahora empieza a recuperarse. Cuando Mora entregó las llaves de la compañía, facturaba 200 millones y ganaba cerca de 20 millones anuales.
