La querella que denuncia una presunta campaña de desprestigio contra el grupo Griñó ha abierto una ventana inesperada a la trastienda de uno de los proyectos mediáticos que supuestamente encabezaron la ofensiva: el digital portaenrere.cat.
Lo que hasta ahora se presentaba como periodismo de investigación independiente aparece, siempre según la documentación incorporada al procedimiento, como una pieza más dentro de una estrategia presuntamente diseñada desde el entorno de Gerard Jara.
Financiación directa
Crónica Global ha podido concretar que la Fundación Jara Barceló destinó al menos 43.200 euros en 2024 a financiar directamente el digital dirigido por Rafael Marrasé Brull, desde el que se publicaron las principales informaciones que vinculaban a Griñó con el tráfico de residuos tóxicos.
Una financiación que, según la defensa --liderada por el penalista Fermín Morales--, no fue puntual ni neutra, sino: estructural.
Presupuesto destinado a los proyectos de la Fundación Jara Barceló
La investigación recoge, además, el testimonio de Jesús Llungueras, exdirector de marketing del grupo empresarial de Jara durante 12 años, cuya declaración constituye —siempre según la defensa— una prueba clave para acreditar la existencia de una “estrategia deliberada”.
Tal y como se recoge en la querella, Llungueras confesó que era él quien indicaba los titulares que debían publicarse en portaenrere.cat y quien ordenaba retirar o modificar contenidos que no encajaban con el relato previamente diseñado.
Pero hay más, mucho más
Pero hay más. A esta base se suma ahora un nuevo informe elaborado por la agencia de detectives Método 3 y que aporta un nivel adicional de detalle sobre la financiación real del proyecto.
Según el documento, Rafael Marrasé —guionista y responsable de 'Porta Enrere'— se presenta públicamente como director de un medio de comunicación “sin publicidad”, cuando en realidad “casi sus únicos ingresos provienen de Gerard Jara”.
El informe sostiene que los proyectos vinculados a Marrasé representaron el 55% del gasto fundacional de la Fundación Jara Barceló.
Imagen de la portada de 'Porta Enrere'
Asimismo, la documentación confirma que Jara no solo financió el propio diario digital, sino también los libros, las ediciones, los viajes, la web y las presentaciones públicas del proyecto, con un gasto documentado de 97.927 euros entre 2022 y 2023.
Además, según el mismo informe, Jara habría financiado con otros 100.000 euros el documental vinculado a Marrasé titulado 'És a l’aire'.
También contra el Ayuntamiento
Con todo, la querella sostiene que la publicación reiterada de informaciones que vinculaban a Griñó con redes criminales internacionales responde a un diseño previo orientado a erosionar la reputación del grupo y condicionar su posición empresarial y jurídica.
En ese marco, 'Porta Enrere' habría funcionado como plataforma de difusión de un relato construido desde fuera del propio medio, financiado por la fundación del empresario implicado y supervisado desde dentro por directivos del grupo Jara, según la versión de la defensa.
Sin embargo, actualmente los reportajes de 'Porta Enrere' no se limitan únicamente a Griñó.
Y es que, en los últimos meses el medio ha intensificado también la publicación de informaciones muy críticas con la gestión del Ayuntamiento de Tarragona, especialmente en todo lo relativo al puerto y a distintos procedimientos administrativos vinculados a su actividad.
La estructura societaria de Jara
Pero, ¿qué se esconde tras todo ello? En el mismo informe se detalla que Candor Capital, el holding patrimonial de Jara en España, es una sociedad unipersonal dedicada a la tenencia de participaciones empresariales, con un patrimonio superior a los 3,7 millones de euros y beneficios netos de más de 770.000 euros en el último ejercicio.
Pero lo relevante no es tanto el tamaño del holding español como su función dentro de una arquitectura empresarial mucho más amplia.
Según la documentación, la estructura principal del grupo Jara se articula fuera de España, con sociedades en Delaware (Estados Unidos), Italia y California, desde donde se facturan la mayor parte de los ingresos, tributando en España solo una parte menor del conjunto.
Estructura societaria vinculada a Gerard Jara y a la Fundación Jara Barceló
El objetivo: lavar su imagen
Pero, ¿qué intención puede tener Jara para movilizar toda esta campaña? Según el escrito judicial, la motivación de esta presunta campaña no sería una competencia directa en el sector de los residuos, sino una operación de lavado de imagen corporativa por parte del propio Gerard Jara.
La querella recuerda que empresas vinculadas a su grupo habrían sido objeto en el pasado de investigaciones en otros países, incluido Italia, donde se les habría señalado por comercializar productos presuntamente contaminados con sustancias potencialmente cancerígenas, como plomo o mercurio.
Planta de residuos Griñó Ecològic
Según esta tesis, desviar el foco hacia una supuesta contaminación ambiental en Tarragona —atribuida a la industria petroquímica, a la gestión municipal y a los gestores de residuos como Griñó— permitiría a Jara justificar eventuales problemas de calidad en sus propios productos y reconstruir su posicionamiento reputacional.
El resultado fue inmediato: en el plano bursátil, la Griñó sufrió un desplome del 27,87% del valor de la acción, lo que se tradujo en una pérdida de más de 3,64 millones de euros de capitalización en un corto espacio de tiempo.
