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Una empresa del director general y del director médico de Clínica Bofill copó el catering del grupo. Menjar i Salut, que crearon el gerente Juan Bautista Ortega y Juan Francisco Campo, director asistencial, fue proveedor de la comida premium a la compañía.

Lo fue hasta que alcanzó una gran facturación y fue vendida a Divinum, un conocido restaurante de Girona con estrella Michelin.

Es una de las presuntas irregularidades que han recalado en el despacho de Auditores Girona, la firma que ha intervenido el grupo sanitario privado ante indicios de anomalías financieras, tal y como avanzó Crónica Global en exclusiva.

Los controllers examinan por qué Menjar i Salut SL, participada por Ortega y Campo --este fue su administrador único entre 2012 y 2015-- fue beneficiario de contratos de catering de Clínica Bofill. Y, en especial, si todo ello fue regular y ajustado a ley.

Desmentido a medias

Ayer sábado, Clínica Bofill emitió un comunicado de prensa [leer aquí] en el que "desmiente rotundamente" las informaciones aportadas por este medio sobre las dudas en la gestión.

Nuevo acceso a Clínica Bofill, en Girona Cedida

Eso sí, a repreguntas de Crónica Global sobre por qué se le han quitado los poderes exclusivos al gerente, y por qué se han nombrado dos auditores financieros junto a él, la empresa gerundense ha guardado silencio.

Un catering que luego fue Michelin

Ahora, los dos auditores examinarán varios aspectos de la gestión de la empresa, insisten fuentes cercanas al CatSalut. Uno de ellos es si es regular que el gerente de un grupo sanitario cree una firma de catering, facture a su empleador, y luego venda la mercantil.

Es, aseguran voces conocedoras, lo que pasó con Menjar i Salut, que fue creada con 10.000 euros de capital social en 2012 y creció hasta facturar --en 2022, últimas cuentas presentadas en el Registro Mercantil--, más de medio millón de euros.

La cifra no tendría interés informativo salvo por el hecho de que desde la Administración sanitaria se recuerda que los inicios de Menjar i Salut fueron muy vinculados a Bofill, lo que ayudó a su despegue como empresa.

Cuando cogió masa crítica, Ortega y Campo la vendieron a Divinum.

Actos conjuntos

Antes y después de esa venta, el elegante Divinum de Girona estuvo estrechamente vinculado a Clínica Bofill. El bufé, ahora Michelin, acogió exposiciones de obras que presentó el propio director médico del grupo sanitario y, también, apareció en la revista corporativa de grupo sanitario

La planta mayor de la Cátedra Bofill de la UdG, en Divinum, del director médico (2i) Cedida / El Punt Avui

Asimismo, servía el catering posterior a actos vinculados a la Cátedra de Ciencias y Humanidades Doctor Bofill de la Universidad de Girona. El hecho de que Menjar i Salut estuviera participada por el director médico de Bofill no despertó suspicacias en el centro universitario público

Nepotismo

Intramuros, la estructura de Clínica Bofill, una de las empresas sanitarias de referencia en Girona, presenta un organigrama copado por el gerente. Asunción Til, su esposa, es responsable de administración. Raúl Ortega, hijo de ambos, es director de procesos.

Por su parte, Raquel Ortega, también descendiente de Ortega y Til, dirige la clínica de Figueres del grupo Bofill. El doctor Campo, responsable asistencial y socio en Menjar i Salut, es amigo íntimo del gerente.

Desde el perímetro de la firma existen dudas sobre la profesionalidad en la gestión habida cuenta de la colonización de familiares y amigos en los puestos directivos.

¿Hubo porosidad?

¿Los legítimos intereses empresariales de Juan Bautista Ortega chocaban con los de Clínica Bofill? Es decir, si hubo porosidad entre sus empresas y los contratos y adjudicaciones que repartió desde su puesto directivo.

Si hubiera ocurrido, como parece que pudo suceder con Menjar i Salut, desde el CatSalut --que no tiene concierto público con Bofill, pero sí autorizó sus aperturas y las inspeccionó-- creen que sería "altamente poco profesional".

Un ejemplo: Gestión de Recursos Sanitaris SL, que administran el gerente de Bofill y su mujer, ¿se benefició del trabajo de ambos en la empresa? Es otra de las dudas que sobrevuela la auditoría en marcha y la fiscalización de la crisis a distancia que está haciendo el CatSalut.

Recibe dinero público

Ese debate, la frontera exacta entre las empresas de los directivos y Bofill, es clave. Porque Clínica Bofill no es 100% privada. Es socia de las mutuas colaboradoras con la Seguridad Social y, por ende, recibe dinero público

Habitación de la Clínica Bofill, en Girona Cedida

Como este encargo por valor de cerca de 420.000 euros por parte de la mutua Fraternidad-Muprespa, por ejemplo. O este de 309.000 euros de Activa Mutua 2008, por citar otro. 

Así pues, el respeto al compliance interno es crucial al ingresar Clínica Bofill fondos del contribuyente. 

Régimen de apoderados mancomunados

Como ya se ha comentado, y según pudo averiguar este medio, recientemente la SL habría decidido retirarle los poderes operativos a Juan Bautista Ortega y habría impuesto un régimen de apoderados mancomunados. 

Junto al propio Ortega, el pasado 24 de noviembre se incorporaron Alberto Pulido Rica --consultor inmobiliario y senior advisor en Capital Markets-- y Jordi Valle y Sureda --ejecutivo con amplia experiencia en dirección general, dirección financiera, control de riesgos y en la implementación de sistemas de gestión y contables en grupos empresariales de la provincia de Girona--.

Asimismo, y según fuentes conocedoras del caso, una auditoria externa trata de poner orden a presuntas relaciones económicas opacas con determinados proveedores de mantenimiento, iluminación, obras y otros servicios.