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El juzgado de lo Mercantil número 4 de Barcelona ha condenado a Francesc Rubiralta, antiguo presidente de Celsa, al pago de 7,192 millones de euros a la siderúrgica, al estimar que las remuneraciones que percibió durante los dos últimos años que estuvo al frente del grupo fueron excesivas. 

La sentencia se corresponde con la demanda interpuesta en su día por Celsa para ejercer una acción de responsabilidad social contra Rubiralta, una vez que los que entonces eran los acreedores mayoritarios tomaron el control de la empresa. 

En concreto, el fallo establece que las retribuciones variables de Rubiralta en 2022 y 2023 tienen un "carácter tóxico", por lo que le obliga a devolverlas. 

El juez argumenta que en el cobro de estas cantidades hubo "un desprecio del interés social por parte del demandado en favor del lucro personal". A partir de ahí, la sentencia señala que la conducta de Rubiralta fue "desleal" para con la empresa.

No obstante, la sentencia no es firme y contra ella cabe interponer un recurso de apelación ante la Audiencia Provincial de Barcelona.