Klepierre, la empresa francesa propietaria del centro comercial barcelonés Maremágnum, reclamó a la Generalitat de Cataluña una indemnización por pérdidas económicas durante la pandemia del Covid-19. Después de evaluar las alegaciones de la empresa, la conselleria de Interior ha desestimado el requerimiento de la compañía.
La empresa alega que, durante ese periodo, el Govern limitó su actividad económica al obligarle a reducir las rentas del alquiler de los establecimientos del centro comercial. Klepierre incluso considera que la norma supuso una "expropiación" parcial de sus derechos de cobrar las rentas pactadas.
Mediante esta reclamación a Interior, Klepierre pide 868.749 euros por daños y perjuicios. La cifra es lo que calcula la empresa que le costó la reducción en las rentas del alquiler. La empresa sostiene que la norma vulnera la composición del modelo de negocio del centro comercial, que depende de la obtención de estas rentas para desarrollar su actividad.
Decreto ley 34/2020
Durante la pandemia, para paliar las pérdidas de aquellos negocios cuya actividad hubiera sido suspendida por las restricciones de la cuarentena, el Govern aprobó el Decreto ley 34/2020. Esta norma, redactada en un momento excepcional, contemplaba que los arrendatarios de locales en los que se desarrollaban actividades industriales y comerciales pudieran requerir a los propietarios de los establecimientos una reducción del alquiler.
La ley también contemplaba que las empresas que arrendaran locales pudieran finalizar unilateralmente el contrato de alquiler. Este punto conforma otra de las quejas de la empresa, que lo alega como otra de las razones de las pérdidas que sufrieron.
El cumplimiento de esta norma es lo que reclama Maremágnum como una injusticia. Y sobre lo que, hace unos días, Interior presentó su resolución en la que desestima la causa de Klepierre.
El Maremágnum, ahora
Desestimación
El dictamen de la conselleria de Interior, después de evaluar la reclamación, considera que, al tratarse de un daño general que no se ha perpetrado en concreto a este centro comercial, y que estaba derivado de una situación extraordinaria como lo fue la pandemia, no tiene pilares donde sustentar esta queja.
Para justificar la desestimación de esta querella, la conselleria adujo que las medidas normativas eran adecuadas y proporcionadas, considerando la situación de excepcionalidad por razones de salud pública. Además, el decreto no preveía la indemnización a los afectados. El Govern mantiene que "el daño alegado no tiene un carácter antijurídico, sino que se tiene el deber jurídico de soportarlo".
Por lo tanto, la Generalitat no tiene ninguna intención de indemnizar a la compañía por las posibles pérdidas que pudo haber tenido durante aquella época. Esta reclamación podría ser la forma del centro comercial de recuperar cierta rentabilidad de su negocio en Barcelona.
Time Out Market
El centro comercial parece que está viviendo sus últimos días, y esto se ve cada vez más evidente con la situación actual del Time Out Market. La iniciativa que pretendía traer nueva vida al histórico centro comercial nunca llegó a tener ese gran debut. Los empresarios que ocupan el espacio aseguran que nunca ha sido rentable en ninguna época del año, y que desde el primer momento no ha habido ningún mes en el que no hayan registrado pérdidas.
Según trabajadores del establecimiento, "el 20% de los días no viene nadie". Algunos de los locales que ocupaban el mercado han rescindido sus contratos, y los que quedan no pagan alquiler, en un intento de la compañía de mantener a flote la propuesta. No obstante, a pesar de la nutrida programación para intentar atraer a los barceloneses al centro comercial, nada parece funcionar.
Klepierre
Aunque Maremágnum esté pasando al olvido y cada vez parezca más al borde del cierre, la compañía propietaria, Klepierre, no está sufriendo las consecuencias. En 2024, en la presentación de los resultados anunciaron que la empresa ingresó un total de 1.213 millones de euros, lo que supuso un aumento del 6,5% respecto a las cifras del año anterior.
Según el anuncio de Klepierre, ellos no fueron los únicos beneficiados, ya que registraron que sus inquilinos habían aumentado un 3,3% sus ingresos y las afluencias de clientes habían crecido un 2,3%. Lamentablemente, estos datos no se aplican a Barcelona. La compañía en España mantiene gran parte de su músculo económico en Madrid, donde tiene tres centros comerciales: La Gavia, Plenilunio y Principe Pio. Después cuenta con uno en Murcia, Nueva Condomia, y otro en Tenerife, Meridiano.
