Los Cierco relanzan su actividad patrimonial en Barcelona de la mano de la tercera generación

Mientras la familia Cierco prosigue su batalla en los tribunales por la intervención de la Banca Privada de Andorra (BPA), los últimos movimientos societarios que ha protagonizado apuntan al relanzamiento de la actividad patrimonial, que situó en Barcelona poco antes de que la pata financiera de su imperio se viniera abajo con estrépito.

Recientemente, los Cierco han registrado en la Ciudad Condal la mercantil C&P Patrimoni 2025, de la mano de la tercera generación, representada principalmente por los hermanos Higini y Álex Cierco Palau.

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Una patrimonial que presenta una estructura de administración y objeto social muy similar a RCN Patrimoni, constituida en su día por Ramón Cierco Noguer, miembro destacado de la segunda generación de la saga de empresarios andorranos, y su esposa, Blanca Palau.

Aquel movimiento supuso una de las primeras incursiones societarias de los Cierco a título personal fuera del territorio del Principado de Andorra, y tuvo a Barcelona como base de operaciones. Sin embargo, al poco de constituirse llegó en 2015 la intervención por parte del Banco de España y de las autoridades financieras andorranas de BPA, debido a las acusaciones de participación en operaciones de blanqueo de capitales. 

Andorra la Vella

Desde entonces, RCN Patrimoni apenas ha registrado actividad mercantil hasta los primeros meses del presente año, cuando los Cierco inyectaron a la sociedad cerca de 6,5 millones de euros a través de una ampliación de capital. 

Pocos meses después ha llegado el registro de la citada C&P Patrimoni 2025, que presenta una estructura similar, con la figura de administrador único encarnada por Higini Cierco Palau. En el caso de RCN Patrimoni, este papel fue asumido por su padre, Ramón Cierco Noguer, hasta 2019, cuando pasó a tener el papel de administrador solidario junto a Blanca Palau.

Primeras resoluciones judiciales

Estos movimientos se suceden durante unos meses en los que la historia de BPA y su final han vuelto a estar de plena actualidad. Sin ir más lejos, el pasado julio se conocía la primera sentencia del caso dictada por el Tribunal de Corts de Andorra.

La resolución condena al exconsejero delegado de la entidad Joan Pau Miquel a siete años de prisión y al pago de una sanción de 30 millones de euros al considerar probado que, bajo su dirección, BPA facilitó operaciones de blanqueo de capitales por valor de 70 millones de euros. 

Otros antiguos dirigentes del banco, como el que fuera director adjunto Santiago de Rosselló, han sido igualmente sentenciados con penas de prisión y cuantiosas multas de carácter económico.

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Unos meses antes, los abogados de la familia Cierco hicieron pública la decisión de proponer al Gobierno del Principado la tramitación de una ley de amnistía, con el objeto de que las actuaciones en torno al BPA queden borradas y, de esta forma, se restañe el perjuicio causado a los propietarios de la entidad. 

En todo este tiempo, los Cierco han defendido que la intervención de BPA y de Banco Madrid fue una operación de carácter político, en el marco de la denominada 'operación Catalunya', que habría sido auspiciada por el Gobierno entonces liderado por Mariano Rajoy, para estrechar el cerco en torno a los principales actores del procés. 

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De hecho, la intervención del Banco Madrid fue recurrida en los tribunales y los Cierco reclamaron al Banco de España una compensación de algo más de 140 millones de euros. Hace dos años, la Audiencia Nacional determinó que la actuación del regulador fue justificada y proporcionada, lo que cerraba las puertas a la compensación que solicitaron los empresarios andorranos. 

Los Cierco no han cejado en su empeño y, en el marco de las investigaciones en torno a la 'operación Catalunya' han elevado su reclamación ante el Estado a 375 millones de euros. 

Inversiones diversificadas

Poseedora de una de las grandes fortunas del Principado de Andorra, junto a otros grupos como los Cerqueda o los Reig, la familia Cierco mantiene activos negocios en  diversos sectores, entre los que destacan el tabaquero (con su histórica alianza con Philip Morris), el de la distribución comercial y el inmobiliario.

La mayoría de ellos tienen su base de operaciones en Andorra; en el caso del inmobiliario, los Cierco han llevado a cabo diversas promociones en Cataluña, focalizadas en la provincia de Girona.