La calle Tuset, en pleno distrito de Sarrià-Sant Gervasi de Barcelona, se ha convertido en el epicentro de un nuevo escándalo. La Guardia Urbana precintó ayer por tercera vez el bar La Traviesa por operar como discoteca sin licencia, tras acumular varias sanciones previas.
Ahora, el futuro del local se tambalea debido a las tensiones entre los socios, reflejadas en la reciente salida de una de ellos, y tensiones de tesorería, según confirman fuentes cercanas al establecimiento.
Plantón de Beciu
La exsocia en cuestión es Natalia Beciu, más conocida como La Tita Nati, una influencer catalana y empresaria que en los últimos años se ha hecho un hueco en el mundo del ocio codeándose con artistas y futbolistas. Su perfil la ha situado cerca de nombres como Dani Alves, Maxi Iglesias y jugadores del Barça como Lamine Yamal, para quien organizó su polémico cumpleaños el pasado julio.
En declaraciones a este medio, Beciu asegura que desconoce la situación de La Traviesa, ya que dejó de ser socia hace más de tres meses, lo que deja entrever posibles diferencias internas, según fuentes cercanas.
Aun así, la influencer aún figura como representante de una de las sociedades vinculadas al local.
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¿Qué pasó con La Traviesa?
La Guardia Urbana se presentó en el local ayer a las once de la mañana para colocar un precinto que no se podría romper en los próximos tres meses. Sin embargo, a la hora de cerrar el local, dos empleados se quedaron encerrados en la parte superior, donde se encuentra la oficina de La Traviesa.
Fue uno de los propietarios, Luca Tamborra, quien se percató de lo sucedido y avisó de inmediato a los afectados, mientras asegura a este medio que no recibieron ningún aviso previo. Por su parte, fuentes municipales aseguraron a La Vanguardia que los dueños sí estaban al tanto de la situación de incumplimientos del bar.
Conviene señalar que ninguno de los dos trabajadores podía retirar el precinto y tuvieron que esperar cinco horas para poder salir. Durante ese tiempo, los propietarios movilizaron a sus abogados e intentaron contactar con el Ayuntamiento de Barcelona. Finalmente se abrieron las puertas y los empleados pudieron abandonar el local.
El empresario Tamborra califica la actuación de la policía de "chapucera" y asegura que el consistorio se muestra en contra del ocio, insistiendo en que "la persecución que reciben" por parte del organismo público carece de fundamento. “Nos quieren cerrar porque la gente está de pie en el local”, declara.
Socios
La Traviesa saltó a la fama a finales de 2021, tras convertirse en el lugar donde se conocieron Gerard Piqué y Clara Chía. Actualmente, el local es explotado a través de Traviesa Tuset SL, con Alejandro Páramo, Luca Tamborra y Pablo García Mellado como representantes legales.
Entre las sociedades vinculadas a García Mellado aparece La Tosta Brunch SL, también representada por Páramo y Tita Nati. Según el Registro Mercantil, Beciu y Páramo figuran como únicos administradores solidarios, compartiendo así la plena responsabilidad sobre la sociedad.
Desmiente la versión
En cuanto a las tensiones en la dirección, Tamborra niega que existan conflictos entre los socios y atribuye la salida de Beciu a motivos personales. "Es joven y está centrada en otros proyectos, especialmente en Madrid", explica el empresario. Sin embargo, fuentes cercanas a los implicados mantienen que la empresaria decidió dejar el negocio por ciertos desencuentros con el resto de socios.
El representante de La Traviesa asegura que el negocio va bien y que el único conflicto que tiene el establecimiento es con el Ayuntamiento de Barcelona.
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Expediente
Los motivos del precinto, relata el propietario, se remontan a una denuncia que recibió el local por realizar una "actividad no acondicionada al local". En otras palabras, el consistorio inició un trámite sancionador "por permitir que los clientes bailaran".
Desde La Traviesa presentaron un recurso, que fue aceptado a trámite. Según la defensa del local, el juzgado solicitó al consistorio el pasado 6 de octubre un dosier con todos los documentos que justificasen la denuncia. Tamborra asegura que el gobierno municipal nunca presentó los registros y el siguiente paso, en sus palabras, ha sido el precinto directo.
De todas formas, el local permanecerá cerrado durante noventa días, lo que supondrá una significativa pérdida de ingresos justo en plena temporada navideña, considerando que se trata de uno de los locales más concurridos de Tuset.
