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El Camarasa de Francesc Macià, el epicentro de la Barcelona elegante, ha renacido. Mery ha echado hoy a andar entre música flamenca y jamón de la mano de los inversores Álex Fernández, creador de Bitbase, y el tambien empresario Tito Bosch.

Ambos han fungido de anfitriones en un local que se ha llenado durante sus primeras horas de vida. 

"La acogida ha sido muy buena", ha señalado Fernández en declaraciones a Crónica Global. El criptoemprendendor, ahora con un pie en la hostelería, no cesaba de recibir a la gente y darle la bienvenida. No paraba. 

Y es que el opening de Mery ha tratado de transmitir lo que quiere ser esta sala-gourmet: desayunos y comidas durante el día y cenas y copeo de tarde. Para ello, la primera jornada ha arrancado con jazz suave, antes de terminar subiendo decibelios con cante flamenco. 

"Ya lo comparan con 'Feroz'"

Desde el entorno de Mery se compara la boîte con Feroz, una de las catedrales de la cena-copa de Barcelona, y que es propiedad de Aritz Iriarte y está operado por el celebrado Grupo Olivé

Más relajados, los impulsores de Mery, que recupera el histórico nombre de la esquina gastronómica, apuestan por un local "donde siempre pasen cosas, sea la hora que sea". 

Interior de Camarasa, en Barcelona CAMARASA

Buque insignia de Camarasa

De este modo, se saca de la uci al que fuera el local insignia de la celebrada marca de fruta fresca Camarasa Fruits, que lleva alimentando a la upper Diagonal con piezas cuidadosamente seleccionadas desde 1959. 

En 2022, la tercera generación de la familia, con Marc Taribó al frente, abrió el corner de especialidad con una fortísima inversión. Funcionó y se convirtió en un clásico, pero la presión financiera vinculada a la devolución de los créditos del Instituto de Crédito Oficial (ICO) lo arrastró a concurso de acreedores. 

La icónica esquina del Camarasa en Francesc Macià Cedida

Boicot y alquiler

Tampoco ayudó que una gran superficie expulsara a Camarasa de sus establecimientos por creer que le suponía competencia. 

O el alquiler del espacio comercial, que alcanza los 25.000 euros al mes, en sintonía con el alza de las rentas en las principales calles comerciales de Barcelona.  

Rescatado

Razones aparte, el infortunio del punto flagship ha terminado con el rescate de Fernández y Bosch, que avanzó Crónica Global en exclusiva. Los dos empresarios han acudido de sectores dispares para hacerse con el negocio, salvar a la veintena de trabajadores y relanzarlo con nuevo nombre y nuevo concepto. 

De paso, han apuntalado la clásica marca, que conservará sus fruterías en la zona alta de la capital catalana gracias al traspaso. Y retendrá un mostrador propio dentro de Mery

Inicialmente, se habló de rebautizar el café-champán con el nombre de Sotelo, en homenaje a la denominación histórica de la plaza, pero el nombre no cuajó.

Hoy se ha presentado su nomenclatura definitiva, que a partir de hoy ya figura en la infraestructura y cartelería de un local que, en sus primeras horas, estaba a rebosar.