Desde principios de octubre se abrieron las reservas para los viajes del Imserso 2025-2026. Pensionistas y jubilados quieren hacerse con alguna de las 880.000 plazas que ofrece este programa vacacional del Estado.
Todo parece ir en orden, pero hay una tendencia clara. Parece que los mayores evitan viajar a Cataluña.
La demanda por la costa peninsular sigue siendo alta. Cerca del 50% de las reservas se dirigen allí. Sin embargo, Cataluña ha caído en las preferencias.
La comunidad autónoma, que este pasado verano también vio como caía el número de turistas, lucha ahora por llenar los hoteles de pensionistas y jubilados.
Un problema del pasado
Esto supone un giro inesperado. Cataluña era un destino tradicionalmente favorito. Competía con Andalucía y Valencia. Las plazas se agotaban en días. Esto cambió de forma drástica en noviembre de 2017.
El presidente de la CEAV, Rafael Gallego, confirmaba a El Confidencial que a principios de mes todavía quedaban plazas libres en Cataluña. Lo normal era agotarlas en menos de diez días.
Una pareja de jubilados
El motivo principal no fue el precio. Fue el ambiente social, asegura Vicente Pizcueta de Fetave. "Los destinos de Cataluña están siendo castigados", señala al citado medio.
Esta situación no mejora. Santiago Méndez, de Halcón Viajes, alegaba en 2017 una "falta de sensación de seguridad en el destino". "La gran mayoría de la gente no quiere ir a Cataluña", sentenció en su día.
Calma y tranquilidad
El turismo no solo es sol y playa. También es paz y tranquilidad. Y, en Cataluña, primero, fue la política; ahora, las noticias sobre la inseguridad. Lo que era algo puntual, devino problema crónico.
Desde 2017, la situación es la misma. La percepción de riesgo se ha mantenido. La sombra de los disturbios sigue ahí. Por eso, destinos como Salou o Sant Carles de la Ràpita sufren. Sus ventas se han estancado en el Imserso.
Desconfianza en Cataluña
Cataluña necesita recuperar la confianza. Necesita volver a ser vista como un lugar seguro. Mientras destinos como Baleares o Canarias no dejan de crecer, el repunte en la hostelería catalana no despega como en épocas anteriores.
Los viajes culturales se mantienen. Ahí, Cataluña podría ser un destino, sin embargo, en pleno 2025 debe luchar más. Tiene que atraer de nuevo a sus antiguos viajeros.
El sector turístico local presiona. Quiere políticas que den estabilidad. La recuperación de este segmento es vital.
El Imserso fue creado por dos razones. Por un lado, para ayudar a los más mayores a mejorar y fomentar su movilidad y pasar unas vacaciones rodeado de gente de su edad. Una herramienta contra la soledad no deseada.
Un programa que ayuda
También fue una manera de desestacionalizar la oferta de algunos negocios de España. Trae negocio en temporada baja. Muchos hoteles se llenan o tienen una alta tasa de ocupación incluso en invierno.
Claro que cada vez la situación es más desigual entre comunidades autónomas. Los datos parecen hablar solos.
¿Y ahora?
El Imserso funciona, sí. No hay destino que se quede sin ocupar sus plazas, pero hay unos que se llenan antes que otros. La aversión de los jubilados, por ejemplo, sigue marcando la agenda turística catalana.
A pesar de todo, Cataluña no deja de ser atractiva. Los disturbios provocados por el procés ya no existen. Sólo las últimas manifestaciones a favor de la causa Palestina ha hecho rememorar aquellos días. En cualquier caso, fue algo puntual. Y los hoteles esperan que, tarde o temprano, los jubilados y pensionistas lo vean.
