Juli Guiu prueba suerte en el negocio inmobiliario. Tras abandonar a comienzos de año y de forma abrupta la junta directiva del FC Barcelona, de la que era vicepresidente y responsable del área de márketing, Guiu se adentrará en el ámbito del ladrillo, muy alejado del mundo de los espectáculos musicales por el que es ampliamente conocido, especialmente en Cataluña.
Pero no lo hará en solitario. Y tampoco se alejará de su ligazón con el negocio que le ha forjado un nombre en el ámbito empresarial, dado que tendrá como compañero de viaje al afamado cantante Antonio Orozco.
La relación de ambos viene de lejos. El grupo Clipper’s, el negocio familiar dedicado a la edición y producción musical que capitanea Guiu, cuenta entre sus actividades con la representación de artistas. Junto a nombres como Juan Magán y Carlos Right, Antonio Orozco es una de las principales figuras de su cartera.
Recientemente, Guiu ha registrado en Barcelona la sociedad Altavista Residencial Towers, en cuyo objeto social se hace mención a actividades relacionadas con el alquiler y comercialización de viviendas de uso turístico, alojamientos de corta estancia, etcétera.
El cantante Antonio Orozco, en el reciente concierto solidario a favor de 'Cris contra el cáncer' / EP
La mercantil parte con un capital social de 143.500 euros, muy superior a los 3.000 euros exigidos como mínimo para la constitución de una sociedad limitada como esta.
Además, se ha registrado en un edificio de oficinas situado en la avenida Josep Tarradellas, muy próximo a su confluencia con la Diagonal, en la plaza Francesc Maciá. Tanto Guiu como Orozco figuran como administradores solidarios de la empresa de reciente constitución.
Normativa en contra
Resulta especialmente llamativo que el conocido empresario musical haya emprendido este proyecto cuando el Ayuntamiento de Barcelona anunció recientemente que no renovará ninguna de las licencias concedidas para la explotación de viviendas como apartamentos turísticos.
La medida liderada por el primer edil, Jaume Collboni, supondrá el fin efectivo del negocio en el año 2028 de no mediar cambios. Por su parte, el Gobierno de la Generalitat también ha anunciado medidas para frenar y limitar la proliferación de este tipo de alquileres, a los que se ha relacionado con factores como la subida de los precios de la vivienda y la masificación del turismo.
Juli Guiu se embarca en cualquier caso en esta nueva aventura algo más de diez meses después de que dejara por sorpresa su puesto en la junta directiva del FC Barcelona. La marcha de Guiu, que formó parte desde el principio del equipo de Joan Laporta en esta su segunda etapa al frente del club blaugrana, se produjo a raíz de la renovación del contrato a largo plazo con Nike, proveedor de las equipaciones del FC Barcelona.
Como vicepresidente del área de márketing, Guiu lideró las negociaciones con la firma estadounidense, en un proceso que se prolongó más de lo previsto por las severas discrepancias entre ambas partes.
Joan Laporta, junto a Juli Guiu, en el anuncio de un nuevo patrocinador del Barça
En la recta final, Laporta incorporó al comisionista Darren Dein para culminar las conversaciones. Poco después trascendió que Dein había percibido un pago de 50 millones de euros por su intervención en el proceso.
Todo este episodio motivó la dimisión repentina de Guiu, que posteriormente no ha querido pronunciarse en público sobre este asunto, aunque sí ha deslizado que la situación en torno a la culminación de las negociaciones con Nike precipitó su marcha.
De Cap Roig al Suite Festival
Antes de incorporarse a la candidatura de Laporta en 2021 (y, posteriormente, a la junta tras el triunfo del actual presidente en las urnas), Guiu lideró la empresa de espectáculos musicales que su abuelo, Julio Guiu Clara, fundó a comienzos de los años 50.
Miembro de la tercera generación familiar al frente del negocio, Guiu potenció la organización de festivales tan conocidos como el Cap Roig, el Suite Festival o el Caixabank Polo Music Festival.
