Desahuciado el primer negocio para abrir paso al pelotazo que preparan los dueños del Hotel Arts en Barcelona. Patrimonio del Estado y Marina Village, inmobiliaria que pilota Carlos Puig de Travy, también CEO de la auditora Crowe, han echado a The Coconut Club después de vivir 13 años junto al hotel-rascacielos.
Ha ocurrido el miércoles por la mañana junto al cinco estrellas gran lujo, donde una comitiva judicial ha incautado las llaves de The Coconut. El club, situado junto al Arts, rechazaba irse al entender que tenía contrato en vigor.
Pero los dueños del hotel compraron toda la zona en 2020. Y la están limpiando para hacer sitio.
Carlos Puig de Travy, CEO de Crowe y administrador de Marina Village
Un negocio, fuera
Hoy, han desahuciado al primer negocio rebelde que rechazaba entregar las llaves. Fuentes del sector han confirmado que The Coconut ha quedado "vaciado y precintado" este miércoles.
Las llaves ya están en manos de Patrimonio del Estado. No así las del otro negocio díscolo que rechaza moverse: la discoteca Latin Palace.
ERE
El club de ocio nocturno de música latina también tenía señalado su desahucio hoy. Sin embargo, Patrimonio y Marina Village no lo han podido ejecutar al no disponer de un cerrajero.
Por ello, la operación ha quedado aplazada a las próximas semanas. MIentras, Latin Palace ha anunciado su cierre y está tramitando los primeros pasos de un expediente de regulación de empleo (ERE) para 50 personas, como ya avanzó este medio.
Operación inmobiliaria
El doble desahucio de The Coconut y Latin Palace servirá para abrir paso a la macrooperación inmobiliaria que preparan los dueños del Hotel Arts en el Frente Marítimo de Barcelona.
La intervención busca dotar al rascacielos de una playa semiprivada y una zona comercial y de shopping y, también, ocio nocturno.
Vista aérea del Hotel Arts de Barcelona
Impago
El desarrollo es posible porque los propietarios del Arts --los fondos GIC de Singapur y APB de Países Bajos-- compraron casi toda la zona en una subasta en 2020, informó Crónica Global en exclusiva.
Sin embargo, los inversores no han abonado la totalidad de los 76 millones que se comprometieron a pagar. Es así porque Patrimonio del Estado, titular de los terrenos, no había logrado vaciarla de operadores.
Hasta hoy, que ha logrado desplazar a uno. Pero queda otro.