Educa Borrás ha vuelto a salir airosa de una complicada situación financiera, que amenazaba su viabilidad. Tras hacerse con el control de la emblemática juguetera catalana, el fondo Cheyne Capital ha procedido a reestructurar el capital a través de una reducción a cero y ampliación simultánea (operación acordeón), a través de la que ha inyectado cuatro millones de euros para asegurar la continuidad del negocio.
Tras superar un escenario de preconcurso poco antes de la llegada de la pandemia, el inventor y fabricante del ya mítico Magia Borrás y de los puzzles con los que han crecido las últimas generaciones de toda España volvió a toparse con dificultades debido a los efectos derivados de la invasión rusa de Ucrania.
Fábrica de Educa Borrás en Sant Quirze del Vallès / CG
Lejos queda aquel ejercicio fiscal cerrado en marzo de 2022, en el que la compañía logró el mejor resultado de su historia, con una facturación en torno a 40 millones de euros. Las últimas cuentas depositadas en el Registro Mercantil, correspondientes al ejercicio 2023/2024 reflejan una cifra de negocio de 20,7 millones.
Aquel año finalizó sin desequilibrio patrimonial pero con los fondos propios menguados como consecuencia de las pérdidas, superiores al millón de euros en los últimos años. Y además, ya afrontaba un escenario de fondo de maniobra negativo, que reflejaba los problemas de Educa Borrás para asumir los compromisos a corto plazo.
Accionista y acreedor
Tras numerosos procesos de refinanciación con la banca acreedora, con un volumen en torno a los 35 millones, los propietarios, liderados por José Maxench, entablaron negociaciones con el fondo británico, que ha terminado por convertirse en accionista único de la compañía.
Y también en su principal acreedor, dado que la operación ha incluido la adquisición de la deuda a las entidades financieras que habían prolongado los acuerdos de refinanciación desde el preconcurso de 2019.
En virtud de esta condición, Cheyne Capital ha optado por el reequilibrio patrimonial como la mejor forma de iniciar la nueva etapa de Educa Borrás. Tras reducir a cero el capital, que ascendía a 6,85 millones de euros, el fondo ha suscrito una ampliación por importe nominal de 100.000 euros y prima de emisión de 3,9 millones.
En total, cuatro millones, aunque no a través de una aportación monetaria sino por compensación de "créditos líquidos, vencidos y exigibles contra la sociedad". De esta forma, la operación alivia un tanto la situación financiera de la compañía, que ya empezaba a contar con problemas para afrontar sus compromisos con la banca.
Los efectos de la guerra de Ucrania
No era la primera vez que Educa Borrás buscaba comprador. En 2022, el grupo alemán Ravensburger planteó la adquisición de la compañía, con una fórmula similar a la que ha empleado Cheyne Capital. Sin embargo, el proceso encalló en las negociaciones con la banca acreedora, que rechazó la quita que proponía el grupo germano.
El panorama macroeconómico generado a partir de la guerra en Ucrania ha sido letal para la empresa, que había encontrado una inusual tabla de salvación en la pandemia. El reclutamiento de la población en sus domicilios como consecuencia del coronavirus fue la clave de que las ventas se disparasen.
Una empresa centenaria
Pero el conflicto armado ha hecho lo propio con costes como los de energía y transportes, que han devuelto a Educa Borras y al sector juguetero en general a la senda de los problemas. De este modo, la entrada del Cheyne Capital y sus primeras maniobras como socio único le dan una vida extra a una compañía cuya historia se remonta más de un siglo atrás.
Fue en 1894 cuando se fundó Borrás Plana, que ya era una referente de la industria a comienzos del siglo pasado y que poco antes de la Guerra Civil creó el germen de lo que después se comercializaría con el nombre de Magia Borrás.
La fusión con Educa Sallent, fundada en la década de los 60 y enfocada a los puzzles y juegos de mesa dio lugar en los albores del siglo XXI al actual grupo, que da trabajo a unas 130 personas y vende sus célebres productos en 75 países.
