El histórico Castillo de Foixà languidece en el mercado sin comprador. A pesar de su impresionante restauración y su innegable valor patrimonial, la fortaleza medieval navega en un largo periplo en el mercado inmobiliario. Se vende por casi 11 millones de euros, pero nadie la quiere.
Casi todas las inmobiliarias de España poseen en su cartera el inmueble desde hace más o menos una década, como Fotocasa, Engel & Völkers y Cottage Properties. Ninguna ha logrado venderlo.
"Un castillo es un activo muy difícil de rentabilizar. El precio es muy alto, porque es una propiedad de primer nivel, y el mantenimiento, muy caro. El número de compradores es limitadísimo", expone un consultor del sector que prefiere mantener el anonimato.
De momento, la familia propietaria, los hermanos Mir, lo usan para bodas, conciertos y todo tipo de celebraciones de alto standing, a la espera de encontrar una oferta adecuada.
La finca también se usa para celebrar eventos gastronómicos, presentaciones de libros o como escenario de películas tales como Ocho apellidos catalanes. También se rodó la entrevista de la revista del corazón ¡Hola! a la modelo y presentadora hispanoargentina Martina Klein.
Escenario de películas
El castillo lo adquirieron en 1979 el arquitecto Antoni Bonamusa Homs y su mujer Núria Mir Teixidor a la familia Foixà, que huyeron a Madrid durante la Guerra Civil. Hoy, lo gestionan los tres sobrinos de los compradores.
En esta larga década ha habido, eso sí, algunos interesados. La ocasión en la que la venta más cerca estuvo de cerrarse fue durante la pandemia. Sin embargo, la transacción nunca vio la luz por un problema médico del comprador.
Imagen de archivo del castillo de Foixà
La fortaleza, que se asienta sobre una colina con vistas privilegiadas, ha sido testigo de siglos de historia. Sus muros vivieron uno de sus episodios más cruciales durante el asedio de 1269 por parte del conde Hugo V de Empúries, un conflicto que marcó las tensiones feudales de la época.
Posteriormente, en 1359, la baronía pasó a manos de la familia Cruïlles y, en el siglo XV, el castillo fue reformado, y se añadieron elementos góticos y renacentistas que hoy enriquecen su estructura.
Tras una profunda rehabilitación, el castillo se presenta hoy como una residencia de lujo única. Con una superficie construida de más de 2.000 metros cuadrados, la propiedad cuenta con diez habitaciones, nueve baños, amplios salones con chimeneas, una biblioteca y hasta una capilla.
Bien de interés cultural
Todo ello rodeado por una muralla que encierra un jardín de estilo renacentista y protege una piscina y zonas de descanso. En 1981 fue declarado Monumento Histórico Artístico Nacional y actualmente se considera bien de interés cultural protegido.
Josep Pla escribió sobre el pueblo de Foixà que era "delicia recóndita, pura maravilla". En el municipio se encuentran la iglesia medieval de Sant Joan de Foixà y la cruz en homenaje al rey Joan I.
