No va más. Con el desenlace de la OPA hostil del BBVA a punto de conocerse al fin, el Banco Sabadell apura las opciones para convencer a sus accionistas de que la mejor opción es permanecer en la entidad catalana. Tras ofrecer un notable rendimiento, reflejado en sus cuentas de resultados, y sorprender al mercado con la súbita venta del TSB y un dividendo extra de 2.500 millones, el banco catalán pondrá sobre la mesa un último argumento de peso: un plan a tres años centrado en crecer.
Este jueves, la entidad que preside Josep Oliu dará a conocer el plan estratégico 2025-2027. Su primer anuncio, a comienzos del pasado mes de febrero, llamó la atención por el contexto de la OPA del BBVA, que haría más prudente esperar acontecimientos.
Sin embargo, para la estrategia defensiva del Sabadell ha sido un movimiento de lo más adecuado. Por entonces, aún no se conocía el dictamen final de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC). Tampoco las condiciones del Gobierno, que forzaron incluso un breve periodo de reflexión en el BBVA sobre la conveniencia de seguir adelante con el proceso, resuelto en sentido positivo.
Un motivo estratégico que confirmó el propio Banco Sabadell al asegurar que procuraría que la presentación del plan a los mercados coincidiera lo máximo posible en fechas con el inicio del periodo de aceptación de la oferta.
Edificio corporativo del Banco Sabadell en Barcelona / EP
“Los accionistas contarán así con toda la información para tomar una decisión tan importante”, señaló el consejero delegado del Sabadell, César González-Bueno, tras la presentación de las cuentas del primer trimestre.
Finalmente, los tiempos coincidirán algo menos de lo esperado por el banco opado. El BBVA ha optado por retrasar hasta septiembre el mencionado plazo. El objetivo es dejar pasar el mes de agosto, aprovechado de forma masiva para disfrutar de las vacaciones, y poder incorporar al folleto de la OPA los resultados semestrales de ambos bancos.
Sea como fuere, el plan marcará el camino del Sabadell a medio plazo, centrado en la actividad del banco en España. La entidad sostiene que cuenta con un notable potencial de crecimiento en su mercado interno. Una circunstancia que cobra más sentido con la venta del TSB, dado que la filial británica acaparaba la práctica totalidad de la actividad del Sabadell en el exterior.
De este modo, la hoja de ruta que presentará el Sabadell a los mercados indicará la senda a seguir para fortalecerse en España. Para no pocos analistas, esta vía será inabordable sin operaciones corporativas, a las que la entidad que preside Josep Oliu ha hecho algunos guiños en los últimos meses.
¿Crecer con compras?
De hecho, González-Bueno ha manifestado en diversas ocasiones que el sistema financiero español aún presenta algunas oportunidades de consolidación y que el Sabadell no volvería la cara a esta posibilidad.
Eso sí, el ejecutivo siempre ha circunscrito esta posibilidad al conjunto de entidades que están al margen de los tres de mayor tamaño en España: Caixabank, el Santander y el BBVA.
En el caso del resto, su tamaño y su complementariedad geográfica dibujan un panorama propicio para que una eventual fusión entre ellos funcionara y fuera capaz de crear valor. “Es una posibilidad que siempre está presente”, aseguró González-Bueno, tras la junta del banco celebrada a finales de marzo.
No obstante, también matizó que este tipo de operaciones deben ejecutarse siempre bajo una serie de condiciones y circunstancias favorables que, en estos momentos, no se dan. Pero el plan contempla un horizonte de tres años, en el que estos elementos podrían cambiar de forma notable.
Incluso ya inmerso en el proceso de la OPA del BBVA, el Banco Sabadell ha focalizado numerosos rumores acerca de posibles operaciones corporativas, en este caso con el banco catalán como protagonista activo. El nombre con el que se le ha relacionado en más ocasiones ha sido el de Unicaja Banco, aunque el Sabadell ha desmentido siempre haber mantenido contacto algo en torno a esta potencial operación.
El presidente de Banco Sabadell, Josep Oliu, durante la junta general de accionistas del Banco Sabadell, a 20 de marzo
Todo ello, sin dejar de lado los objetivos de crear valor para el accionista, mejorar la rentabilidad y mantener una ratio de capital por encima del 13%.
Desde el primer acercamiento del BBVA, el Banco Sabadell ha defendido que la propuesta de su competidor infravaloraba su potencial. Su primer argumento fue la capacidad para generar 2.400 millones de euros de exceso de capital en un plazo de 18 meses, cuyo destino sería la remuneración al accionista.
El presidente del BBVA, Carlos Torres, durante una presentación de resultados / EP
Esa cifra se elevó hasta 3.300 millones cuando el Sabadell presentó sus resultados anuales de 2024 y ya anunció que preparaba el plan estratégico. Hace unas semanas, disparó por completo todas las expectativas para sus socios con el dividendo extraordinario de 2.500 millones a repartir tras cerrar la venta del TSB.
El plan, junto a los resultados semestrales, constituye el último cartucho. Todo quedará en el aire si, a la vuelta del verano, la OPA hostil del BBVA triunfa y el banco que preside Carlos Torres se hace con la mayoría del capital.
