
El exministro Alberto Garzón; Miguel Ángel Feito e Ileana Izverniceanu
La OCU menospreció al ministro Garzón pese a pretender que eliminara a sus competidores
La filial del gigante Euroconsumers afeó su “falta de experiencia y conocimiento” a la par que le exigía endurecer la ley para barrer a sus rivales
Más información: La OCU planeó eliminar a su competencia ante el Gobierno
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La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) despreciaba internamente al exministro de Consumo, Alberto Garzón, aunque quería utilizarlo para eliminar a sus competidores. La polémica filial del gigante Euroconsumers se ciscó con su “falta de experiencia y conocimiento” como titular de la cartera, aunque quería presionarle para borrar a sus rivales.
Es lo que se desprende de la documentación interna de la OCU a la que ha accedido este medio, y cuya autenticidad Crónica Global ha verificado con una empresa experta. En esos papeles, que son un examen del equipo ministerial, el organismo que preside Miguel Ángel Feito cargaba contra la “falta de experiencia y conocimiento en consumo” del titular de esta cartera.
Asimismo, para evaluar al titular del Ministerio de Consumo, la organización de consumidores también subrayaba su “falta de experiencia previa en consumo” y su “marcado perfil político de izquierda”.
Su equipo: “Nula experiencia”
Las críticas de la entidad se extendían también al equipo que acompañaba a Garzón, que tuvo silla en el Consejo de Ministros entre 2020 y 2023. De Desiderio Cansino, que fue jefe de gabinete del ministro, censuraban también su “nula experiencia” en el campo del consumo.
De otro alto cargo, José Antonio García García, exsubsecretario general de Consumo, se censuraba su carácter “duro y difícil”. Y también el hecho de que hubiera protagonizado “algún incidente”.

Alberto Garzón, exministro de Consumo
Minar a Facua: “Restarle influencia”
Pero en ese dictamen destaca la obsesión que tuvo la OCU para restarle poder a Facua, competidor directo que lidera el activista Rubén Sánchez. Sobre Daniel Ayllón, jefe de prensa del exministro Garzón, la OCU criticaba la “manifiesta buena relación” entre ambos.
Y para probar ese vínculo entre periodista y activista, se adjuntaba una serie de mensajes en X —antes Twitter– intercambiados por ambos.
Más grave si cabe son las aseveraciones que vertía la entidad tras una reunión con Nelson Castro, el entonces vocal asesor del ministerio. “Sería clave que Nelson se quedara como asesor del secretario. Esto sería clave para restar influencia a Facua en la estructura del nuevo ministerio”, decía la cúpula de la OCU en su documentación interna.
“Ha multiplicado su influencia”
En efecto, en su análisis interno de la estructura del ministerio, la OCU detectó que Facua “había multiplicado su capacidad de influencia”. Ese poder era “más que probable que se utilizara” para “expulsar u orillar” a sus rivales.
El equipo de Feito temía que los de Rubén Sánchez forzaran un Real Decreto para regular el registro de asociaciones de consumidores y ordenar su representatividad. Esa pieza normativa, creían, les iba a arrinconar y perder influencia.
Querían usar a Consumo
Las valoraciones duras, a veces rayanas con el insulto, de la OCU con el equipo del ministro Alberto Garzón contrastan con su voluntad de utilizarlo. Como ha avanzado este medio en exclusiva, el Plan Estratégico (PAM) de la entidad para 2020 buscaba utilizar al Gobierno para borrar de la ecuación a competidores.
En concreto, el ente con ánimo de lucro quería que el Ejecutivo –a instancias de Consumo– aprobara nueva legislación para cortar el paso a los bufetes de abogados camuflados como organizaciones de consumidores.
De hecho, ese objetivo no era uno más, sino que la organización lo elevó a categoría de principios rectores para ese año.

Ileana Izverniceanu, directora de Comunicación de la OCU, en una imagen
Guerra fratricida OCU-Facua
Esas intenciones se enmarcan en la guerra sin cuartel que mantiene la filial de Euroconsumers con Facua. La segunda ha denunciado en varias ocasiones a la primera. La última vez, en enero de este año, cuando la demandó por hacer negocios con las reparaciones de los baños.
De hecho, esa es una práctica habitual de la OCU: mantiene medio centenar de acuerdos con empresas, informó El Confidencial, de las que genera ingresos en el campo de las quejas y reclamaciones.
Estructura opaca
Esas no son las únicas críticas que algunos lanzan a la entidad. Se alerta de que su matriz, Euroconsumers, se ramifica por toda Europa hasta terminar en Luxemburgo, un país de tributación muy suave.
Entre otras, el conglomerado cuenta con patas en Test-Achats, en Francia; DECO Proteste, en Portugal; y Altroconsumo, en Italia.
Entre todos ellos suman una facturación que rebasa los 200 millones de euros. Además de los acuerdos con empresas y bufetes de abogados, la OCU cuenta también con una línea de publicaciones –OCU Ediciones SA– que constituye otra vía de ingresos.