"Es de una tristeza enorme, puesto que lo levantamos aquí". Este es el dictamen de la oposición municipal de Reus (Tarragona) con el cierre de la única fábrica del turrón catalán Virginias, que comercializa en exclusiva el gigante Borges International Group. La clausura dejará a la ciudad que vio nacer el dulce sin factoría ni tienda, y con 25 personas más en el paro.
Lo explica a Crónica Global José Ruiz, concejal de la oposición municipal no adscrito, que lamenta que "es muy triste que una marca como Virginias, una marca nacida aquí, levantada por tantas personas de Reus y la comarca, de los pueblos cercanos, no pueda quedarse en su ciudad".
"Es muy triste por la marca, pero también por los últimos trabajadores, que se ven en la calle", ha agregado el edil.
"Es muy triste que no haya ayudas"
El electo ha añadido que "es muy triste también que no haya ayudas, como rebajas de impuestos, para que continúe la actividad".
Y apunta al gobierno municipal de PSC, ERC y Ara Reus. "Es muy triste, pero no han recibido ayudas de tipo fiscal ni mejoras", ha apostillado Ruiz.
La alcaldesa de Reus, Sandra Guaita, inaugurando la 'store' de Virginias
Clausura de un "socio estratégico"
El persianazo de Virginias lo protagoniza el microproductor Acrimont Foods, que en marzo de este mismo año cerró un acuerdo estratégico con Borges International Group.
La entente [ver nota oficial aquí] pretendía hacer crecer la marca y "desarrollar nuevas referencias". Tres meses después, cierra la fábrica del productor.
Borges: "No es decisión nuestra"
En sendos correos electrónicos enviados a este medio, la firma de la familia Pont ha aclarado que "no tiene nada que ver en el cierre de la planta", puesto que la instalación es de Acrimont Foods.
"Es falso que Borges haya tomado ningún tipo de partido en la decisión de cierre y despido de la plantilla", agregan.
La decisión, pues, es de su socio estratégico, con el que acordaron ampliar la marca en marzo de este mismo año. "Nuestra voluntad es la de trabajar por la pervivencia de la marca Virginias, tan emblemática y arraigada a la ciudad de Reus como lo está Borges", insisten desde el conglomerado.
Segundo traspiés
En cualquier caso, el cierre de la única fábrica del turrón de Borges es el segundo percance empresarial de la conocida marca de dulces navideños.
En 2018 ya fue a concurso de acreedores, aunque lo pudo superar. Se repartieron la unidad productiva Acrimont, del empresario Angel Jubete, y la sevillana Risi.
Hace tres meses, el dueño de Virginias se lanzó a los brazos de Borges para la distribución en exclusiva y crecimiento del portafolio. La enseña venía de facturar 700 millones en 2024 y de ganar 25 millones.
