El Tribunal Supremo ha abierto una vía para detener el derribo del Club de Mar de Sitges, un conjunto histórico deportivo, de restauración y baño cuyas piezas más antiguas datan de 1934. El alto tribunal ha abierto pieza separada para examinar la petición de medidas cautelares que ha pedido la institución. Todo ello a escasos días de la demolición, prevista para el próximo lunes 2 de junio.
Lo detalla una diligencia de la sala Tercerca de Lo Contencioso-Administrativo emitida hoy mismo por el Supremo, y que da cuenta del movimiento. Ahora, los magistrados decidirán si la petición de la junta del Club de Mar tiene solidez jurídica.
Si la tiene, el Supremo podría dictar la paralización de la obra.
Cinco días para recurso
Eso sí, contra la resolución del Supremo cabe recurso: la Demarcación de Costas, que impulsa el desmontaje del Club, puede presentar un escrito de reposición para anular la pieza separada.
Tiene poco tiempo para hacerlo, apenas cinco días hábiles desde mañana, lo que sitúa la pelea judicial en la fecha exacta prevista para que entren las máquinas de derribo en el resort marítimo: el próximo lunes.
Imagen del club de Mar de Sitges
Derribo
¿Qué argumenta el Club de Mar? Que ya impugnado la orden de derribo de Costas al Tribunal Supremo, como avanzó este medio.
Y que en el marco de ese asunto, la Demarcación --que pende del Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico-- "se equivoca" al entender que puede derribar un inmueble considerado patrimonio si no tiene una concesión administrativa nueva en el zurrón.
Ese debate tiene "interés casacional", cree el Club, por lo que se impone detener la demolición inminente y fallar primero sobre su recurso.
El Ministerio defiende la actuación
Esas razones no las ve el Ministerio, que, por medio de la Delegación del Gobierno en Cataluña, ha indicado que "recuperará 10.000 metros" en primera línea de mar en Sitges.
La legación subraya que el derribo se acomete "por cumplimiento de varias sentencias judiciales", y que la zona "tendrá uso" ciudadano y natural cuando se restituya.
Jueces y abogados
Eso sí, sobrevuelan las intenciones de derribo la composición de los socios de la institución, frecuentada por, entre otros, altos magistrados y abogados.
Desde algunos círculos se ha acusado al Club de Mar de elitista, acusación que el equipamiento niega de plano, recordando que las instituciones de su tipo son muy frecuentes en la costa catalana.
Club de mar de Sitges
Patrimonio
Público aparte, lo factual es que el Club de Mar es una pieza destacada en el campo del deporte marino, el bienestar y el turismo costero en Cataluña. Se fundó en 1952 y cuenta con protección arquitectónica al nivel de Bien Cultural de Interés Local (BCIL), aunque su piscina, llamada, Maria Teresa, data de 1934.
Esta zona de baños frente al mar la inauguró Manuel Azaña, presidente de la Segunda República, y sigue aún activa.