Eddy, con 75 años y expulsada de su consulado, halló refugio en Crónica Global durante el apagón eléctrico que duró un mínimo de cinco horas ayer. El cónsul general de Colombia en la Ciudad Condal dio con la puerta en las narices a decenas de compatriotas cuando la luz se marchó. Algunos de ellos estaban dentro de la legación diplomática, pero no les sirvió de nada.
Eddy era una de ellas. “Soy de Bogotá (Colombia), pero vivo en Cataluña desde hace 22 años. Como cada seis meses, ayer bajé al consulado a hacer una fe de vida, un documento que envió a mi país cada medio año”, explica.
La mujer, que vive sola en la localidad del Vallès Occidental, no pudo completar el trámite. “De golpe, cuando estaba ya tramitando en el consulado, se fue la luz. Nos sacaron a la calle y estuvimos esperando un rato a que volviera, pero no lo hizo”, lamenta.
“Nos sacaron a la calle”
“Sobre las dos de la tarde, salió un hombre y comunicó que cerraban para todo el día, y que volviéramos a pedir cita previa. Que no podían completar los trámites porque los ordenadores habían caído”, explica.
“Decidí quedarme justo allí –continúa la ciudadana--, puesto que no sabía cuándo volvería la luz. Lo que más temía, lo que más pavor me daba, era que llegara la noche y me quedara sola en la calle". Eddy es vecina de Rubí, y el tren estaba caído. El autobús, saturado con colas larguísimas. Los taxis, a rebosar.