
Vista panorámica de Port Aventura
Port Aventura detiene la venta de entradas por una huelga: una decisión inédita en tres décadas
El parque abrirá las puertas este sábado para quienes ya tengan billete, pero avisa de que la operativa estará en mínimos en uno de los fines de semana más concurridos
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Port Aventura se enfrenta este fin de semana a una situación sin precedentes en sus 30 años de historia: por primera vez, ha interrumpido completamente la venta de entradas y reservas para una jornada completa. No obstante, podrán acceder al recinto quienes ya tuvieran el billete, aunque la operativa estará en mínimos.
La medida afecta a este sábado 19 de abril, en plena Semana Santa, como consecuencia de una huelga convocada por los principales sindicatos del recinto, UGT y CCOO, para mejorar las condiciones laborales de los trabajadores.
Más salario, personal y estabilidad
La protesta surge tras el estancamiento en la negociación del nuevo convenio colectivo, caducado desde finales de 2024. Entre las principales demandas de los trabajadores están la mejora de los salarios, una mayor estabilidad laboral, el refuerzo de personal y la reorganización de funciones y horarios.

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Según los sindicatos, la mayoría de empleados percibe el salario mínimo interprofesional y tiene contratos temporales que apenas cubren unos meses al año.
Sin servicios mínimos
En esta situación, Fernando Aldecoa, director general del parque, ha optado por una decisión drástica: detener completamente las ventas para el sábado.
Aunque quienes ya tienen entradas podrán acceder, la compañía ha advertido de que no puede garantizar el nivel habitual de servicio, al no haberse acordado servicios mínimos.
Conversaciones bloqueadas
Desde la empresa han subrayado su voluntad de diálogo y su respeto al derecho de huelga, aunque las conversaciones siguen bloqueadas. Los sindicatos, por su parte, han confirmado que mantendrán la protesta y han convocado una concentración el sábado a primera hora frente a la entrada del parque.
Lo ocurrido marca un antes y un después en la trayectoria de Port Aventura, que jamás había interrumpido su actividad comercial por una movilización laboral. Un reflejo claro de las tensiones internas en el sector del ocio y del creciente protagonismo de los trabajadores en la defensa de sus derechos.