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"GrowPro es mi empresa y esto me va a perseguir toda la vida". Así se sinceró Goiko Llobet, CEO y fundador de la quebrada agencia valenciana de estudios en el extranjero, a sus centenares de trabajadores en todo el mundo.

Lo hizo en una videollamada interna con unos 200 empleados, y a la que este medio ha tenido acceso. En la reunión online, del 18 de febrero, también participaron otros ejecutivos y el abogado de la empresa.

Videollamada en la que Goiko Llobet explicó a los empleados de GrowPro la quiebra de la agencia Cedida

"Las nóminas no están garantizadas"

La plantilla esperaba con ansia el encuentro después de ver capadas las aplicaciones con las que asesoraban a los estudiantes y tramitaban sus matrículas escolares y visados. Necesitaban saber qué iba a pasar con ellos y si iban a cobrar sus sueldos de febrero.

"Las nóminas no están garantizadas", zanjó Llobet, no sin defender que los pagos "siempre han sido lo primero", y recordándoles que han cobrado todos los meses, incluido enero: "¿A cuántas personas conocéis que su empresa haya estado tres o cuatro meses sin pagarles?".

Un argumento ampliamente esgrimido en quiebras empresariales y que no aplacó los ánimos de los empleados: "En Argentina, estamos pidiendo plata porque no nos alcanza el sueldo para vivir, nos debían pagar un bono en febrero y todos contábamos con él".

"No hay credibilidad en nada de lo que dicen" y "quiero los pagos de los servicios que he ofrecido", coincidían. Incluso hubo intervenciones que acabaron en lágrimas.

"Sé que habéis pasado por un drama y sé perfectamente lo que sufrís. Esta es mi empresa, mi responsabilidad, habré fallado en cosas, 100%, y me va a perseguir toda la vida", replicaba Llobet.

Tensión

La tensión entre la dirección y plantilla tampoco ayudó a que la propuesta del fundador de GrowPro fuera bien recibida en un primer momento. Informó de que designaría a un equipo reducido de empleados encargado de hacer las gestiones pendientes, intentando sonar convincente al aseverar que "nadie va a trabajar gratis ni espera que eso pase".

Sobre los estudiantes a los que la quiebra les ha sorprendido en plena tramitación de su viaje, explicó que estaban tratando de garantizar sus ingresos en las escuelas. Aunque "no hay un solo paso" que puedan dar sin la aprobación del administrador concursal, Insolvenza SLP, y el Juzgado de lo Mercantil 3 de Valencia, que pilota el concurso.

Los afectados por la quiebra estiman en cerca de un millón de euros la deuda de GrowPro, según la última actualización GrowPro

Marcha atrás de un fondo de inversión valenciano

El encuentro también sirvió para informar de los motivos de la quiebra. Si bien el endurecimiento de las condiciones de ingreso a Australia habían provocado una gran cantidad de reembolsos y una caída en las ventas, la retirada de un inversor en el último momento le dio la estocada definitiva.

Este fondo de inversión, afincado en Valencia, había pedido exclusividad en las negociaciones, por lo que Llobet y su equipo confiaron la supervivencia de GrowPro a una sola carta. Con los juzgados cerrados durante el periodo navideño y la cuenta atrás en marcha, la oferta caducó y no la renovó.

De esta manera, la agencia siguió cobrando -hasta mediados de febrero y por orden del administrador concursal- a estudiantes interesados en salir al extranjero. Esto no hizo más que alimentar una deuda que se acerca al millón de euros, según el último recuento provisional que la plataforma de afectados actualiza, al alza, cada día. El pasivo total no ha trascendido.

Australia es el principal destino de la cartera de la quebrada GrowPro, presente en siete países Pexels

"Así me hice millonario"

Hace tan sólo siete meses, y mientras su empresa comenzaba a desmoronarse, Llobet participó en el pódcast Así me hice millonario. Sacó pecho de haber fundado la agencia con 1.000 euros, de impulsarla sin deuda bancaria y de facturar más de 40 millones anuales.

GrowPro se encontraba en pleno proceso de expansión en Brasil y Asia, con la conversión de procedimientos operativos e importantes herramientas de software. Ello, en busca de un crecimiento obligado por la entrada de capital externo.

En 2023, había cerrado dos rondas de inversión por tres millones de euros, principalmente del fondo español Kfund.