Todas las cifras apuntan que España volverá a batir, un verano más, su récord histórico de turistas. En pleno debate social sobre sus límites y su repercusión en la economía nacional, la presidenta de Paradores, Raquel Sánchez, ha sentenciado que "España no puede permitirse la turismofobia". Al contrario, debe tratar de atraer a viajeros que aporten un "alto valor añadido" y "gestionar políticamente sus externalidades negativas".
Así lo ha explicado la exministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, en el II Foro Barcelona Desperta!, en el Palau Macaya, en un acto celebrado por Crónica Global, Metrópoli Abierta y El Español.
Gestión del turismo para eliminar sus externalidades negativas
Para no caer en debates maniqueos y populistas, Sánchez ha defendido una gestión política del turismo, aplaudiendo la iniciativa del Ayuntamiento de Barcelona de limitar los pisos de alquiler turístico. "Debemos conocer mejor las licencias que se otorgan, revisar aquellas ilegales y regular estas actividades. Pero en ningún caso podemos caer en la turismofobia, no nos lo podemos permitir", ha sentenciado.
También hay que mudar la oferta para atraer al cliente que aporte "un alto valor añadido", y recuperar una óptica "cualitativa y no cuantitativa". El sector debería "mirarse en el espejo de Paradores, pues su fórmula funciona", gestionando ordenadamente y desde la innovación propuestas culturales y gastronómicas de alto voltaje.
El modelo de Paradores: diversificación y calidad
Sánchez ha explicado que Paradores acaba de cerrar un verano récord, con un crecimiento del 3,3% respecto al año anterior, una ocupación de más del 85% en todos sus establecimientos y un mayor ingreso medio que antaño.
Una de las claves ha sido la diversificación de la oferta. Aunque el turismo de sol y playa funciona aún con fuerza, los hoteles de Paradores que han tenido un mayor peso este verano han sido los del norte, que han experimentado los mejores datos en ocupación e ingreso medio de su historia.
Repartir al turista por grandes urbes y pueblos
En esta diversificación de la oferta turística, debe jugar un papel clave el éxodo de los viajeros desde las grandes urbes a los municipios más pequeños. El 85% de los Paradores se ubican en municipios con menos de 35.000 habitantes, y, así, "mantiene y divulga un patrimonio histórico y cultural que sea un motor en el territorio".
Esta fórmula ha convencido al turista español, pero también al extranjero, el gran reto de la institución. "Un 41% de los viajeros de este año provienen de fuera de España, y queremos seguir siendo atractivos fuera de nuestras fronteras", ha concluido.