Una sentencia laboral muestra un posible caso de corrupción en los contratos de recogida de basuras del Ayuntamiento de Colmenar Viejo. Según el fallo, la empresa ganadora del lote, Acciona, habría intercambiado correos privados con el consistorio del municipio madrileño para obtener de forma anticipada un borrador del pliego de condiciones.
Tras la adjudicación, tanto los directivos de la multinacional como el personal del Ayuntamiento de Colmenar Viejo habrían celebrado la hazaña por todo lo alto, en un prostíbulo madrileño, con todos los gastos pagados, y en pleno periodo pandémico.
El ‘modus operandi’ de la empresa
La denuncia del trabajador señala que esta era una práctica habitual entre Acciona y otros consistorios, como el de Toledo, Zamora, Coslada y Alicante, donde la empresa habría obtenido ventaja competitiva frente a los demás posibles adjudicatarios. Todo con el visto bueno de sus superiores.
Cuando se atrevió a denunciar las malas prácticas de la compañía y señaló directamente a los responsables, el empleado fue despedido. Ahora, un tribunal le ha dado la razón y ha obligado a Acciona a readmitirlo y pagarle una indemnización de 15.000 euros por daños y perjuicios. Tras la comunicación de la expulsión, el demandante requirió asistencia en el hospital por un cuadro ansioso depresivo, y tuvo que recibir ayuda médica por “ansiedad y angustia tras acoso mediático” e “insomnio derivado de estrés laboral”. Mientras, los directivos siguieron en sus puestos de trabajo.
El trabajador, fulminado tras la denuncia
El trabajador de Acciona utilizó el canal de denuncias de la empresa para informar de las prácticas fraudulentas, junto con un amplio repertorio de pruebas, grabaciones, vídeos y documentación. También amenazó con acudir a la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) si nada cambiaba.
La compañía, en lugar de señalar a los responsables, fulminó al demandante, alegando que durante los últimos tres ejercicios las ventas de su departamento no habían sido las esperadas, y que, de esta forma, prescindía de él por razones económicas.
“Denuncias con base objetiva”
Curiosamente, Acciona también despidió por los mismos “motivos” a otro trabajador del área de Madrid que le había facilitado material para su denuncia. Pese a que los correos eran anónimos, los instructores intentaron localizar a los trabajadores accediendo a los e-mails de los empleados, y dieron así con el nombre de los demandantes.
El Juzgado de lo Social Número 11 de Sevilla ha declarado que, aunque los hechos que explicó el trabajador no son competencia de su investigación, tienen todos ellos una “base objetiva”.