Iberdrola vive actualmente el mejor momento de toda su historia como empresa cotizada. Los máximos históricos en los que fluctúan sus títulos en los últimos días han llevado a su capitalización bursátil por encima de los 83.500 millones de euros, un terreno desconocido hasta la fecha y que, además, le permite meter la cabeza en el grupo de las 15 mayores compañías cotizadas de Europa.

La empresa que preside Ignacio Galán se sitúa así entre los primeros grupos industriales de la zona euro, toda vez que gran parte de los valores que le superan en tamaño en el índice paneuropeo EuroStoxx50 pertenecen a sectores como consumo y servicios. 

La energética ha conseguido de este modo marcar distancias en torno a los 10.000 millones de euros con la italiana Enel, su principal comparable en el sector y que durante mucho tiempo se vio como un objetivo prácticamente inalcanzable. 

La progresión de Iberdrola en el mercado no está relacionada con un hito u operación determinados, como prueba el hecho de que su comportamiento en lo que va de año refleja una revalorización próxima al 13%, por debajo incluso de la experimentada por el propio índice EuroStoxx50 y por el Ibex 35.

Giro hacia las redes

No obstante, el ritmo se sitúa muy por encima del de Enel, que apenas ha podido avanzar un 4% desde enero. En los últimos cinco años, los títulos de Iberdrola han incrementado un 66% su precio. 

El mercado ha recibido de forma positiva tanto el plan estratégico a largo plazo que la compañía actualiza con frecuencia como el progresivo giro que está efectuando hacia el negocio regulado, con una firme apuesta por el negocio de redes en mercados como EEUU y Reino Unido, que ofrecen a la empresa un rendimiento sostenido y una elevada estabilidad normativa. 

Un parque eólico marino de Iberdrola en Estados Unidos, en una imagen de archivo EUROPA PRESS

Los inversores también han valorado las inversiones en proyectos de eólica marina, en los que ha centrado su estrategia en el negocio liberalizado. Para su financiación, Iberdrola ha procedido a incorporar socios que han tomado una participación minoritaria en diversas carteras de proyectos.

Entre ellos figura la emiratí Masdar y el fondo soberano de Noruega, uno de los mayores del mundo en su clase, con un patrimonio bajo gestión por encima del billón de euros. 

Salida de México

En los últimos trimestres, Iberdrola ha logrado ingresos extraordinarios de más de 6.000 millones de euros derivados de la venta de la mayor parte de sus centrales de ciclo combinado en México a una sociedad controlada por el Estado azteca.

También ha podido liberar los más de 7.000 millones de euros previstos para la adquisición de la norteamericana PNM Resources, a la que renunció a comienzos del presente año debido a la excesiva demora de los trámites regulatorios.

El giro en su estrategia en EEUU se ha completado con la decisión de adquirir la participación de algo más del 18% que no controla de Avangrid, su filial en el país, para proceder de forma posterior a su integración en el grupo.

Iberdrola ha mantenido cifras de inversión por encima de los 10.000 millones de euros en los últimos años y ha revisado al alza sus previsiones de resultados para 2024.

La estela de Inditex

Así las cosas, Iberdrola se une a Inditex dentro de la aristocracia bursátil europea, toda vez que el imperio textil fundado y controlado por Amancio Ortega ocupa la séptima plaza en la relación de mayores empresas por capitalización. Inditex también se encuentra en zona de máximos históricos y hace algunas semanas logró superar la barrera de los 150.000 millones de euros de capitalización, límite no alcanzado antes por otra compañía española. 

La revalorización de ambas empresas ha hecho que se conviertan en los auténticos referentes para la evolución del Ibex, toda vez que solo ellas dos suman cerca del 40% del total de los 35 componentes del índice.