El beneficio de Caixabank durante los tres primeros meses de 2024 superó la barrera de los 1.000 millones de euros, gracias a una mayor actividad comercial y el viento de cola del alza de los tipos, que volvió a elevar el margen de intereses en dos dígitos. El incremento del 17,5% en los resultados se produjo pese a que la entidad abonó 493 millones de euros, un 32% más, en concepto del impuesto especial a las entidades financieras.
De hecho, en conjunto la entidad financiera destinó al pago de tributos una cifra equivalente al 113% del resultado neto hasta marzo, que se fue a 1.005 millones de euros.
Mayor rentabilidad
La entidad que preside José Ignacio Goirigolzarri logró un volumen de negocio que se aproxima al billón de euros, con un margen bruto que creció un 12,7%, hasta los 3.496 millones de euros, apoyado en la evolución del 27,4% del margen de intereses.
El banco volvió a elevar la rentabilidad sobre recursos propios, hasta el 13,4%, mientras que también mejoró la ratio de eficiencia, cerca de reducirse por debajo del 40%.
Pese a la evolución del margen de intereses, Caixabank redujo un 10% sus ingresos por comisiones, en parte debido a la reducción aplicada a las de mantenimiento de cuentas corrientes. El recorte ha sido compensado por el aumento de los ingresos tanto por gestión patrimonio (+15,8%) como por los distintos seguros de protección (+6,9%).
Mientras, la actividad comercial inició el año a buen ritmo, con una nueva producción hipotecaria hasta marzo de 2.790 millones, un 24,1% más, y un incremento del 15% en el crédito al consumo, que se fue por encima de los 3.000 millones.
Mora controlada
Caixabank cerró el primer trimestre con una ratio CET1 fully loaded del 12,3%, por encima de la registrada hace doce meses y del objetivo establecido por la entidad en el 12%. El consumo de 22 puntos básicos en el nuevo programa de recompra de acciones de 500 millones de euros, actualmente en marcha fue compensado con la generación orgánica de 36 puntos básicos entre enero y marzo.
Todas estas magnitudes han sido alcanzadas con un escenario de morosidad estable, en el que la ratio se ha mantenido en torno al 2,8%, con un coste del riesgo del 0,29%.