Renfe tendrá que ser más eficiente y competitiva en los próximos años. Su presidente, Raül Blanco, sitúa en este contexto la histórica inversión de 5.500 millones de euros en los últimos años para renovar la flota de alta velocidad. "Necesitamos músculo para hacer frente a una competencia que será cada vez más dura".
Durante su intervención en un desayuno organizado por CEDE, Blanco ha celebrado la llegada de los nuevos trenes de Talgo, con tres años de retraso que ha atribuido a las “discrepancias habituales entre proveedor y cliente”. Al margen de esta circunstancia, ha celebrado el hecho de que Renfe vaya a contar con nueva flota para AVE, por vez primera en 14 años.
Avances en Francia
"La liberalización ha supuesto competencia y desafíos. Es peculiar porque somos un operador incumbente, que compite con incumbentes de otros países", ha señalado, en referencia a la francesa Ouigo y la italiana Iryo. "Esto no va a cambiar, irá a más y tenemos que estar preparados".
En este plano, Renfe también compite en Francia, aunque está a la espera de la homologación de los nuevos trenes de Talgo para corredores del país vecino, especialmente el Lyon-Marsella. La compañía ya presta servicio en el Barcelona-Lyon y el Madrid-Barcelona-Marsella, con aspiración de llegar pronto a París.
Blanco ha hecho especial hincapié en la expansión internacional de la compañía, pilar básico de su plan estratégico a 2028. El principal responsable de la operadora pública ha destacado el funcionamiento del proyecto Haramain, la línea de alta velocidad que une las ciudades saudíes de La Meca y Medina, que ya es la primera en operatividad de la compañía, por delante del corredor Madrid-Barcelona.
Además, Renfe está presente en el mexicano Tren Maya y en el proyecto de la segunda línea de AVE en EEUU, que unirá Houston y Dallas, en el Estado de Texas. "Recientemente nos han llamado de Australia para invitarnos a participar en su planes de desarrollar la alta velocidad en el país".
Neutral en Talgo
Preguntado por la situación de Talgo, tras la opa lanzada por el grupo húngaro Ganz-Mavag y la postura contraria del Gobierno, Blanco ha reiterado la posición neutral de Renfe en este asunto, aunque sí ha expresado su deseo de que el fabricante mantenga "su solvencia industrial y tecnológica".
“Nosotros somos neutrales y el Gobierno ya se ha posicionado en este asunto. Lo importante es que Talgo pueda seguir atendiendo a su principal cliente, que es Renfe”.